Su sonrisa brillaba en un mundo oscuro dominado por feos barbudos. En un universo sometido por la amoralidad y el barroquismo, Giuliano Gemma representaba la vitalidad, el optimismo, la luz enérgica de un rostro y una personalidad que rompían los cánones estéticos y teóricos de los personajes que habitaron ese mundo llamado spaghetti western. Gemma fue uno de los héroes más genuinos de este género tan asociado a Almería.
Cuando el western europeo explotaba en sus protagonistas las facciones duras, patibularias, amenazadoras y ambiguas, emergió la figura hercúlea e impoluta de Giuliano Gemma, al que podemos considerar como el gran héroe, en su concepción clásica, de este género, creador de un perfil de personaje casi único cuando se imponían los antihéroes tras la senda fijada por Clint Eastwood en la ‘trilogía del dólar’ de Leone. En el péplum ‘Los titanes’, de Duccio Tessari (1961), disfrutó de su primer papel protagonista. Gracias a su atractivo y aptitudes físicas, destacó en varios deportes como el boxeo o la gimnasia, se le pudo ver en una efímera intervención en uno de los clásicos por excelencia de la historia del cine: ‘Ben-Hur’ (1959). En la obra maestra de William Wyler da vida a un oficial romano que protege a Messala (Stephen Boyd) cuando es amenazado por Ben-Hur (Charlton Heston).
Y pronto llegó el western europeo donde Gemma se convirtió desde el principio en una de sus más grandes estrellas. ‘Una pistola para Ringo’, también de Tessari (1965), supuso su debut en el cine del Oeste con el seudónimo de Montgomery Wood, y a partir de este instante se consolida en el género como uno de los actores más queridos y demandados por el público, reivindicándose sin disfraces, como Giuliano Gemma. ‘Un dólar agujereado’, ‘El retorno de Ringo’, ‘Adiós gringo’, ‘Los largos días de la venganza’, ‘Wanted’, ‘El día de la ira’, ‘Por techo, las estrellas’, ‘La muerte de un presidente’, ‘El blanco, el amarillo y el negro’, ‘California’ o ‘Sella d’argento’ constituyen algunos de los westerns, la mayoría con escenas rodadas en Almería, que catapultaron a Gemma como un icono del género y le otorgaron fama mundial. Hasta llegó a prestar su nombre e imagen a un scooter de Suzuki con una importante campaña publicitaria en Japón, muestra inequívoca de su enorme calado popular en la sociedad de este país donde fue un ídolo de masas.
En 2003 visitó Almería para recibir un homenaje en el Festival Internacional de Cortometrajes y presentar un libro sobre su trayectoria, ‘Giuliano Gemma. El factor romano’, escrito por Carlos Aguilar. La presentación del libro fue especialmente emotiva. Gemma reconoció que su regreso a Almería fue “como volver a casa”. En esa cita tuvo palabras de elogio para compañeros de profesión españoles con los que trabajó, como Fernando Rey o Paco Rabal, pero también para un extra muy especial con el que compartió grandes momentos en el desierto almeriense: “Y por último hablé de ‘El Habichuela’ y todo el mundo se puso a reír. Su nombre, al igual que el de los actores Rabal o Rey, es internacional”.
Humildad Comentarios como ése demostraron la humildad y cercanía que manifestó el actor en su visita a Almería, pero los elogios a la provincia no solo se quedaron en esas palabras. Gemma escribió el prólogo de ‘Western a la europea, un plato que se sirve frío’, un completo estudio sobre el género escrito por Anselmo Núñez. En ese texto Gemma reconoció que “experimenté una intensa emoción cuando volví a Almería invitado al Festival Internacional de Cortometrajes. La acogida que me brindaron los organizadores, el Ayuntamiento, la ciudad entera y centenares de jóvenes cinéfilos fue conmovedora”.
El martes por la noche Giuliano Gemma fallecía a los 75 años como víctima de un accidente de tráfico en Cerveteri, provincia de Roma. Los seguidores del western europeo hemos perdido un referente, nos hemos quedado sin uno de nuestros héroes de la infancia al que todos queríamos parecernos, sin una especie de faro que iluminó horas y horas de entretenimiento con sus películas. Gemma habita ahora en la memoria de millones de cinéfilos de todo el mundo.
Ringo ha dejado de cabalgar, se ha marchado para siempre transmitiéndonos una tristeza tan honda como inconsolable.