Escrito entre lágrimas

Christian Matulionis

Felipe Soto Hernández

  • La Voz
Ser querido, que ya no está entre nosotros, Te recordaremos aunque seamos pocos, Tus recuerdos siempre permanecerán en nuestras almas. A tu lado terminaremos el camino, despierto de mi sueño y ya te había perdido. Importante en mi vida pero ya no estás, Daría lo que fuera por volver atrás, Abrazarte una vez más, quedar hasta el final, besarte más de lo normal. No soltarte y decirte que te quiero, Cogerte de la mano y subir los dos al cielo. Echarte de menos se queda corto, disfruté contigo pero te fuiste pronto. Sí, me acuerdo de ti, cada momento que contigo viví. Algo inolvidable: con tus manos acaricias mi pelo, eres lo mejor, eres mi abuelo. Las clases de la vida no se aprenden en un día, tus ojos, reflejo de sabiduría. Ya un año que te fuiste, te quise y me quisiste. Eran grandes consejos, poco a poco hacerse viejos. En tus manos, cabalga magia convertida en esparto, por eso escribo este poema, es un dilema, atravesado por el llanto. Tanto sufrimiento para tan poca edad, te das cuenta de que es una triste realidad. Escribo lo que siento y lo que siento aquí lo escribo, percibo cada gota de amor que he recibido. Esta poesía la escribo entre lágrimas, gotas derramadas sobre en mi charco, sueño cabalgado sobre un barco. Peluche, amigos de mis noches, aguanta sollozos y reproches. Manchas húmeda en este folio, escribo entre amor y cierro paso al odio. El roce, de tus manos con las mías, son momentos que jamás olvidaría. Es intenso percibir tu aroma, blanco y limpio como una paloma. Tu presencia se asoma, me besa y noto tu aliento, mi pensamiento, disperso en la elegancia, olor de tu fragancia. Tacto y siento por mi olfato, me ato en mi mente, por sufrir este presente, inteligente. Recuerdos día a día dolorosos, llantos rotos que vienen de la nada, me desahogo, con mi querida almohada. Baúl de los recuerdos, aquellos de los que son felices, sentimientos perdidos en un armario, verse por el cantar de un canario. Esta poesía, a ti te la hago, un final con un mal trago.