A la memoria de ‘Paco Marín’

Juan Grima Cervantes

Francisco García Marín

  • La Voz
No hará todavía un año lo vi por última vez en el cumpleaños de Joaquín Bernabé Cortés, un poeta centenario y auténtico que vive en Los Pardos, Cantoria. Allí apareció con sus cámaras fotográficas y de televisión, con su esposa Conchi y sus hijas, una tarta... y mostrando una alegría por la vida contagiosa, a pesar de vérsele en el cuerpo las marcas de las enfermedades que lo acosaban. Se había escapado del hospital, donde estaba internado y recuperándose, para homenajear al anciano poeta. Un trovador del verso participando en la efemérides de otro poeta. ¡Qué bonito! Después de esto, sé que recientemente acabó siendo operado en Madrid del corazón y, en las últimas semanas, una serie de complicaciones han acabado llevándoselo por delante. Paco Marín era una de las personas más maravillosas y luchadoras que he conocido en el Levante almeriense a lo largo de mis años. Nacido en Villaricos en 1958, realizó estudios en Granada de Psicología, pero fue la poesía lo que le atrapó desde su juventud. A lo largo de su vida publicó dos poemarios. Primero, en 1991, ‘Llanto al silencio’, y más tarde, en 2005, con Arráez Editores, ‘El silencio del olvido (poemas y pensamiento)’, este último en honor al nacimiento de su hija Marina. Recuerdo la noche de agosto de la presentación de este segundo libro en una terraza del malecón de Villaricos, como una noche hermosa y memorable, en un acto en el participaron más de 200 asistentes, pues era una persona muy querida. Paco era un poeta que trataba de encontrar al hombre verdadero y genuino, osado ante la vida y que derrochase amor por los cuatro costados. Paco era seguidor de poetas inmensos como Borges, Neruda, Bécquer... Paco era así: un nuevo prototipo humano, un hombre que manifestaba la ilusión, la lucha, el sentimiento, la sinceridad más honda, que necesita del reclamo de ‘los otros’ constantemente. En vida Paco fue miembro de la Tertulia Literaria ‘El Aljibe’; miembro del Colectivo de Arte Almagrera que editaba y edita la revista Axarquía, en cuyas páginas publicó algunos poemas y artículos. A lo largo de varios años asistió invitado a los ‘Encuentros de Poetas Almerienses en Oria’. En su tierra natal fue Presidente fundador de la Asociación de Vecinos ‘Existimos’ de Villaricos. Presidente y fundador de la Asociación Deportiva ‘La lucha contra la droga a través del deporte’ (Villaricos)... Durante muchos años fue, para su infortunio, un enfermo renal que acudía a hacerse la hemodiálisis a Huércal-Overa y vivía mediatizado por esta enfermedad hasta que fue trasplantado por segunda vez en uno de sus riñones, y salirle todo bien. En aquella coyuntura fue Presidente fundador de la Asociación de Enfermos Renales del Levante Almeriense (AERLA), a la que se entregó por completo. Paco era propietario con sus hermanos de un bonito restaurante a la entrada de Villaricos, en el que eran muy afamadas sus paellas, pero en invierno cuando empezaba la temporada baja tenía más tiempo libre y le daba entrada a sus aficiones y pasiones. Fue director, guionista y presentador durante varios años de ‘Las noches de Paco & Cía’, programa cultural emitido por Indalo Televisión, en el que entrevistó a cientos de personas y se interesó por muchísimos temas: encuentros, libros, etc., haciendo cultura con mayúsculas en nuestra comarca. Debido a ello fue captado por Jesús Caicedo para la política, convirtiéndose en un grandísimo y excelente concejal de Cultura de Cuevas, abierto a todo el mundo, sin distinguir entre derechas e izquierdas. En el verano de 2003 fue la persona que dio la alarma sobre la destrucción por una empresa constructora de las ruinas más importantes del corazón de la antigua ciudad de Baria, fundada por los fenicios en los siglos VIII-VII antes de Cristo. Y como tal sería miembro fundador de la Asociación Cultural ‘Unidos por Baria’, que se movilizó en defensa de este patrimonio arqueológico, evitando que se construyese una mole de pisos y apartamentos de siete plantas de hormigón. Esta actuación le costaría su puesto de concejal de Cultura, justamente por cumplir con honradez con su cometido al frente de dicha institución municipal. Paco ha dejado un gran hueco, un enorme vacío en Villaricos y en el Levante almeriense. Siempre generoso, valiente, gigante en su labor, abordando el misterio del amor: “Tú duermes y yo te miro, / y al mirarte fluyen versos, / versos que salen del alma”. Descansa en paz buen amigo.