Ingredientes
- 1 huevo
- 1 cucharada (sopera) de aceite de oliva
- 1/4 l de agua
- 10 g de levadura prensada (tipo panadería)
- 1 cucharada (de café) de matalahúva
- Harina (la que admita)
- Azúcar para rebozar
- Aceite de girasol, para freír
Preparación
En una ensaladera o una vasija adecuada, batimos el huevo y lo mezclamos con la levadura y casi todo el agua, pero templada. Agregamos la matalahúva y la harina hasta que tenga la consistencia de unas natillas espesas y dejamos fermentar esta masa. Añadimos un poco más de agua y batimos otra vez hasta que "corra la masa".
Ponemos una sartén con abundante aceite de girasol a calentar. Vamos echando pequeñas cantidades del preparado en un molde especial (con la forma de estos roscos y tienen la apariencia de un cacito repartidor) y lo introducimos dentro del aceite para freírlos. Según se vayan despegando del molde, volvemos a llenar y así, sucesivamente.
Una vez fritos, los pasamos por azúcar y... ¡listos para comer!