Ingredientes
Para el bizcocho
- 60 ml de aceite de oliva suave
- 160 g de azúcar
- 1 huevo
- 1 cucharada de cacao sin azúcar (el de Valor es perfecto)
- 1/2 cucharadita de colorante rojo
- Una cucharadita y media de extracto de vainilla
- 125 ml de leche
- 1 cucharadita de zumo de limón
- 150 g de harina
- 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
- 1 cucharadita de vinagre de manzana
Para el frosting
- 45 g de mantequilla sin sal (fría)
- 60 g de queso cremoso tipo Philadelphia (frío)
- 200 g de icing sugar
Preparación
Precalentamos el horno a 170º y preparamos los papelitos para cupcakes en el molde. Ponemos la leche en un vaso y añadimos el zumo de limón. Dejamos reposar 5 minutos para que se corte. En un bol, batimos el azúcar con el aceite hasta que estén integrados. Despues añadimos el huevo y el extracto de vainilla. En otro bol, tamizamos la harina con el cacao. Batiendo a velocidad baja, añadimos la mitad de la harina con cacao a la mezcla anterior. A continuación añadimos la leche y, finalmente, incorporamos el resto de la harina con cacao. Por último, en un vasito, mezclamos el vinagre con el bicarbonato sódico y cuando burbujee lo añadimos a la mezcla anterior. Cuando la mezcla sea homogénea, añadimos el colorante rojo. Repartimos la mezcla en los papelitos de cupcakes, llenándolos un poco más de la mitad, y horneamos durante 20 minutos o hasta que al meter un palillo en la mezcla salga limpio. Los sacamos del horno y los dejamos enfriar 5 minutos en el molde y luego por completo sobre una rejilla. Para el cheese frosting, empezamos tamizando el azúcar en un bol y, una vez lo tengamos, sacamos la mantequilla y el queso de la nevera y los añadimos. Batimos un poco para que empiecen a integrarse. Una vez se hayan unido y no haya peligro de que el azúcar vuele, aumentamos la velocidad a alta. La textura debe quedar cremosa, como si fuera un helado, así la tendremos lista para decorar.