Ingredientes
- 400 g de solomillo de buey
- Un poco de ciboullet
- Reducción de vinagre de módena
- Aceite de oliva
- 120 g de queso parmesano
- Sal maldón
Preparación
Seleccionar un buen solomillo de buey para que sea lo más uniforme posible, cortar cuatro rodajas. Para cortarlo bien lo mejor es que esté bien frío, incluso un poco congelado. Coger el trozo de carne y darle golpes hasta dejarlo muy fino, reservarlo. Montarlo en un plato con un diámetro similar al de la carne. Una vez montados, se le pone la sal maldón, el ciboullet, queso parmesano rallado, unas gotas de aceite de oliva y la reducción de módena. Procurar montar el plato cuando vayamos a servir, para que no se reseque la carne al estar tan fina. Un plato muy sencillo de elaborar que nos puede servir para cualquier ocasión y montarlo en unos minutos, siempre que a los comensales les guste la carne cruda. Poner en la mesa una botellita de buen aceite de oliva y pimienta, por si alguno de los comensales le quiere añadir a su gusto. Este plato se puede hacer con otras carnes similares, siempre de calidad, como solomillo de ternera. Esta carne podemos acompañarla de una copa de cava bien fresquito, y también de un buen vino tinto joven de uva merlot, en ambos casos los hay buenos en la provincia, por lo que lo mejor es apostar por la tierra.