Limpiamos bien la carne de ternera, quitamos la grasa y nervios que pudiera tener y la cortamos en tacos. Se pone una sartén de tamaño adecuado en el fuego con el aceite de oliva V.E. y cuando esté caliente, se echa la carne y rehogamos  durante unos 10 minutos, vigilando que no se queme.  Después se añaden las cebollas peladas y picadas en juliana y los ajos en láminas, todo muy finito y se rehoga otros diez minutos con la sartén tapada para que se poche bien la cebolla. A continuación pelamos los tomates, los cortamos menudos y sofreímos en un poco de aceite en una olla. Cuando esté listo añadimos el laurel, el vino de Jerez o Montilla, medio vaso de agua y un poquito de nuez moscada. Dejamos todo esto a hervir a fuego lento durante unos 40 minutos, con la cazuela tapada, vigilando que no se quede seco y se pueda pegar. Si hiciera falta, se añade un poco de agua caliente para que no se quede demasiado seco. Cuando la carne esté tierna, se le pone la sal y un poco de pimienta y se deja hervir otros cinco o diez minutos y ya se puede servir. Un plato para cualquier momento que podemos acompañar con un vino tinto de crianza.