La Voz de Almeria

La Foodineta

Un nuevo bar nunca visto en Almería

En la calle Conde Xiquena abre la primera matería de la ciudad

Juan Manuel Gilabert Mallou, en la puerta de la primera matería de Almería.

Juan Manuel Gilabert Mallou, en la puerta de la primera matería de Almería.

Manuel León
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En la calle Conde de Xiquena, la antigua calle del Gallo, se ha aposentado una extravagancia de bar: una matería. De esas que aparecen en las páginas de Martín Fierro, donde se sirven bombillas de ese brebaje que resucita a un difunto, hecha a base de una yerba llamada mate oriunda de la cuenca del río Paraná. Con su frontispicio negro y sus letras amarillas ha amanecido esta semana La Matería, donde además de café, se sirve esta infusión, tan popular en Argentina como un tango, pero tan inédita entre los almerienses de hogaño, tan dados, antaño, a emigrar a La Argentina como gallegos. 

Es la patrona de este exótico local, a los pies de la Plaza de la Catedral, haciendo esquina con Eduardo Perez, Mercedes Alicia Mallou, una hija de gallegos -gallegos de verdad- que emigraron a Buenos Aires y se avecindaron en el populoso barrio de Lugano, donde el mate es como el pasodoble o pan de los pobres. Mercedes lleva un tiempo con un puestecillo de venta de té, manzanilla, hierbaluisa y poleos varios en la Rambla que abre por Navidad. Y ahora ha dicho "Por qué no?" y se ha montado este localito pinturero, bien acristalado, aseado y perfumado por el aroma de la planta sudamericana, en el mismo lugar donde estuvo hasta hace poco una academia de inglés y antes aún la tienda de rótulos Rotufer, propietarios del inmueble. 

Mercedes se casó en Argentina con el hijo de un emigrante de Cantoria y hace 35 años decidieron hacer el camino contrario y volver a España, a Almería concretamente, donde tuvieron tres hijos nacidos en Torrecárdenas. Sueña, Mercedes, con que el mate se abra paso en las sobremesas de Almería entre sus futuros clientes, mientras ven perderse el sol por el arreglado cerro de San Cristóbal. Según su hijo Juan Manuel, a quien le pregunto qué es esa bebida, el mate es una forma de té invertido, con más yerba que agua y que se prepara amargo por los auténticos consumidores, como lo era el ciego bibliotecario Borges, no con el azúcar que le añaden los milennials. Hay quien le añade licor o leche, pero ese no es el mate auténtico, dice Juan Manuel, como si a las migas le añadiéramos gamba pelada, por ejemplo. 

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