"Es una referencia": El bar de Almería sin cocina ni cerveza que ha revolucionado Cabo de Gata
En una pedanía de poco más de 70 habitantes hay un lugar en el que se fijan locales y turistas

Vista general de las rocas que sustentan sobre la mar el Faro de Cabo de Gata.
En un pequeño rincón de la provincia de Almería, en pleno corazón del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, se erige un bar que no tiene nada que ver con el resto de establecimientos de hostelería a los que estamos acostumbrados en esta provincia.
Si uno piensa en un bar se le viene a la cabeza, a su vez, en una cocina llena de fuegos, platos, ollas, sartenes y demás enseres propios de la hostelería. Pero en Las Hortichuelas Bajas, en el municipio de Níjar, ha cobrado vida un establecimiento atípico en el que todos los artilugios para cocinar se resumen a uno: una sandwichera.
A pesar de lo escueto de sus herramientas de trabajo, Tasca, el nombre que recibe este bar, se ha convertido poco a poco y en muy poco tiempo en una auténtica referencia gastronómica que ha llevado hasta sus mesas a la sección Gastro de El País, que se ha hecho eco de sus particularidades en un reportaje titulado 'Tasca: cocina sin fuego, vinos naturales y la vida a otro ritmo en el corazón de Cabo de Gata' en el que ensalza todo lo bueno que tiene esta taberna andaluza.
Tranquilidad
El menú de Tasca se basa en platos de elaboración sencilla, conservas y escabeches acompañados de un buen vino y todo regado con la tranquilidad propia del lugar y de su propietario, el gaditano Gustavo Duarte, quien abrió la pasada Navidad, el 21 de diciembre, las puertas de su establecimiento durante 15 días y después cerró durante varias semanas hasta levantar de nuevo la persiana el pasado 28 de febrero, con la vista puesta ya en Semana Santa y en el verano.
Con una filosofía clara, "cocinar sin fuego", Tasca tira de sencillez para cautivar a sus comensales a base de productos simples pero de gran calidad: gambas rojas de Garrucha, mejillones en escabeche casero, sobrasada de porc negr, queso gaditano, pan de masa madre granadino o conservas de Santoña, que junto con embutidos conforman un menú tan reducido como apetecible y, sobre todo, cautivador.
Todo acompañado de buenos vinos naturales de diferentes bodegas, que es otra de las apuestas de esta taberna, donde no se sirve cerveza ni refrescos.