Extraescolares: cuáles elegir, cuántas y qué días

Las actividades extraescolares ya son casi obligatorias. En los último años, estas se han multiplicado y diversificado mucho. Pocos son los niños que acuden a no una, si no a varias de ellas. Desde inglés a actividades deportivas tan populares como el fútbol, pasando por robótica o programación de videojuegos.

El curso acaba de empezar y las extraescolares lo hacen de forma progresiva. Pero, cuántas son demasiadas, cuáles elegir y cómo organizarlas en la semana.

Juan Llamas, del centro de psicología infantil y juvenil Neuroeducamos (Paseo de Almería 27), asegura que es difícil determinar el número de actividades extraescolares y que este depende del menor y de varias variables. Una de ellas es el tiempo que pasa el niño en el colegio: "si este acude solo las cinco horas regladas o si, en cambio, va al aula matinal y al comedor", afirma este psicólogo infantil, quien destaca que el factor descanso es fundamental para un cerebro que está en desarrollo. 

Otra variable que marcará este número es si el menor necesita algún tipo de apoyo, ya no solo porque tenga Necesidades Educativas Especiales (NEE). "Esas clases de refuerzo, que van a hacer bastantes exigentes, lo que harían sería eclipsar otras actividades que pueden ser una continuidad al colegio, tales como inglés", afirma.

Juan Llamas va más allá y recomienda aglutinar las actividades de los más pequeños en dos o tres días de la semana para que este tenga otros tantos de descanso para poder pasar tiempo en casa, ir al parque y estar con sus padres.

De la gran variedad actual, este psicólogo aconseja elegir siempre una actividad deportiva que sea un centro de interés del niño, preferiblemente una minoritaria (beisbol, bádminton, rugby, esgrima...) que no tiene tanta fuerza colectiva ni un carácter competitivo tan marcado.

Otra de sus opciones sería apostar por una actividad expresiva, relacionada con la música, la danza, el baile, el dibujo o el teatro. "Es una forma de sociabilizar con otros niños de ambos sexos que otras actividades a ciertas edades no lo permiten", apunta. Precisamente, desde este centro de psicología, salud y educación con más de 10 años de trayectoria profesional, se va a poner en marcha este curso unos talleres de oratoria que irían en esta misma línea. 

Llamas destaca los numerosos beneficios que pueden conllevar las extraescolares, tales como la sociabilización y despertar y potenciar centros de atención que no pueden desarrollar en horario lectivo. Eso sí, habrá que tener en cuenta que no exista una saturación de actividades.

La forma de ser del niño, sus dificultades y su carencias van a marcar el número de estas actividades extras que se llevan a cabo en horario de tarde e, incluso, los fines de semana como ocurre con algunos deportes. "Los niños más activos van a necesitar canalizar su ansiedad y otros necesitan potenciar la vocación ya manifiesta en algunos", apunta.

Pero, Juan Llamas lo tiene claro, es importante que se tenga en cuenta la opinión del niño dentro de varias opciones, así como que, una vez elegida la actividad, dar oportunidad a la misma y permanecer en ella, preferiblemente, un año o como mínimo un trimestre, también por compromiso al grupo salvo en situaciones límite.