Las 285 AMPAS (asociaciones de madres y padres del alumnado) que hay en la provincia y que aglutinan a más de 35.000 familias participan en un estudio que, a nivel nacional, pretende conocer en mayor profundidad la incidencia y la gravedad de los casos de acoso escolar, así como las respuestas ofrecidas tanto desde los centros educativos como desde las familias.
De momento, han empezado a divulgar un cuestionario que animan a cumplimentar a las familias con distintas preguntas relacionadas con el acoso escolar. La encuesta, que es anónima, debe ser remitida a la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado antes del 18 de abril.
Las respuestas permitirán elaborar un informe sobre el acoso escolar y sobre cómo se responde a él desde la sociedad, explican desde distintas AMPAS almerienses.
Acosado y acosador
Entre las preguntas se buscará información sobre el acosado pero también sobre el acosador. Sobre si este acoso es ejercido por una persona o por un grupo y sobre si el acosador es mayor que el acosado o no. Igualmente, interesa conocer si se ha pedido ayuda al detectar un caso de estas características y a quién se ha pedido antes, si es a la familia, si es al centro o si no se reconoce el caso.
Por otra parte, el cuestionario, que está compuesto por un total de 27 preguntas, más un espacio abierto para incluir observaciones si así lo entiende el padre, la madre, el tutor o el docente, incluye información sobre qué piensa el responsable del niño sobre el acoso. Puede elegirse entre el ‘es cosa de niños’, ‘debe solucionarlo él’, ‘ya se le pasará’ y también si efectivamente se ha pedido ayuda al centro. Asimismo, se quiere poner en relieve qué medidas son las que ha adoptado el centro y qué opinan los progenitores sobre ellas.
No todo es acoso
En Almería, la Federación Almeriense de Ampas (Fapace) diferencia entre acoso y conflictos mal resueltos o actos violentos aislados en los que no hay inferioridad por parte de uno de los participantes. Con esta diferenciación en la mano, señala Fapace que, a día de hoy, el acoso escolar propiamente dicho no supone un elevado número de casos. Lo que sí hay son actos violentos concretos y también conflictos no resueltos entre alumnos, entre alumnos y profesorado, entre alumnos y familias, y entre familias y docentes, reconoce el presidente de esta federación, Miguel Vera, que señala cómo existe confusión entre los términos lo que lleva a hablar de acoso cuando no lo es. Una de las cuestiones principales para que haya acoso es que éste sea prolongado en el tiempo.
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