Un total de 42 estudiantes con diversidad funcional van a realizar las pruebas de acceso a la Universidad de Almería con recursos adaptados a cada uno de ellos. El número es “de récord”, apunta la delegada del rector para la diversidad funcional, Pilar Sánchez López, que destaca cómo el equipo de gobierno de la UAL se siente “muy contento” de poder atender a estos alumnos y ofrecerles lo que, entiende, es “igualdad de oportunidades”.
La cifra de alumnos que había solicitado hacer la Selectividad de forma adaptada a su diversidad sumaba 50 en el mes de mayo. Cuarenta y dos son los que finalmente la harán en esta primera convocatoria de junio, al haber aprobado todas las asignaturas. Son alumnos con dificultad motora, con deficiencia visual o auditiva o con algún tipo de dificultad de aprendizaje, como puede ser dislexia o algún trastorno de déficit de atención e hiperactividad. También los hay con una discapacidad temporal (uno con un brazo roto, por ejemplo).La mayoría de ellos ha solicitado, fundamentalmente, más tiempo para poder realizar las pruebas.
Tiempo, cercanía o luz
En este sentido, Sánchez López apunta cómo, repartidos en dos aulas, van a tener media hora más de tiempo para cada uno de los exámenes. Se mantienen las fechas (14, 15 y 16 de junio) y se mantienen las horas de inicio de cada prueba. Eso sí, acabarán media hora más tarde cada examen.
No es, la del tiempo, la única adaptación que ofrecerá la Universidad de Almería. Mobiliario específico como mesas que puedan inclinarse u ordenadores porque el alumno no puede escribir a mano son otras de las posibilidades al alcance de estos estudiantes que han realizado la solicitud correspondiente a través de sus centros educativos.
Otros han demandado colocarse en primera fila para la lectura labial, otros necesitan lupas o más luz para facilitar la visibilidad y “prácticamente al cien por cien” la Universidad va a adaptarse a sus especiales condiciones, explica la delegada del rector para la diversidad funcional.
Dos aulas específicas
Algunos, por su diversidad específica, realizarán las pruebas en el aula que le corresponde a su centro educativo y estarán con el resto de sus compañeros y, otros, ocuparán una de las dos aulas en las que profesorado especializado en necesidades especiales estará a su disposición. Es la primera vez que se habilitan dos aulas para este tipo de alumnos. Unos alumnos que no sólo han superado el Bachillerato, sino que están interesados en cursar una carrera universitaria, destaca Sánchez López.
Eso sí, cuando accedan a la carrera, la UAL seguirá adaptándose, en la medida de lo posible, a su diversidad, insiste esta profesora que considera un paso adelante la nueva normativa que se aprobará este año sobre adaptación de la Universidad para todos.
"No son privilegios"
La adaptación de determinados recursos para atender a alumnos con diversidad funcional no es en ningún caso, la oferta de “privilegios”. Al contrario, se trata de ofrecer el acceso a la Universidad “en igualdad de oportunidades” para todos los estudiantes. Así de clara se manifiesta Pilar Sánchez López que es delegada del rector para la diversidad.
Una delegación que trabaja también para adaptar después la propia Universidad a quienes estudian en ella y lo hacen de manera diferente. Hay, dice, un interés entre Universidad y delegación territorial de Educación para unificar criterios y catálogos de adaptación, de modo que el paso del alumno a la Universidad sea de “transición”.
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