La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 24 años de cárcel a la tripulación del buque San Trela, interceptado en una operación judicial en el Mar de Alborán con 5.000 kilos de resina de hachís. Los seis marineros tienen origen sirio y custodiaban un cargamento de droga valorado en 27,5 millones de euros y cargado presuntamente en las costas de Marruecos como parte de una organización internacional de narcotráfico.
El buque tenía bandera de la República del Congo, aunque su propietaria era una sociedad radicada en Liberia. La autoridad judicial dio luz verde a la subasta de la nave ante la imposibilidad de contactar de modo alguno con la armadora, aunque poco después un emisario informó de su voluntad de mantener el buque, que había sido alquilado para el transporte.
El San Trela fue interceptado en una operación conjunta de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en mayo de 2015, con el servicio de Vigilancia Aduanera como punta de lanza. Dos embarcaciones partieron desde Málaga y Almería para apresar el buque a unas 60 millas náuticas al sureste de la costa de Cabo de Gata.
“El buque, pese a llevar una carga a granel de mineral sílice de mármol, ocultaba en el interior del tambucho del castillo de proa, debajo de una bombona y tras soldar y pintar la parte correspondiente a la cubierta, 200 fardos marcados con la inscripción 15 en rojo, envueltos en tela tipo arpillera marrón, que contenían 4.951.520 g netos de resina de cannabis”, señala la Audiencia Nacional. Los traficantes son condenados a cuatro años de prisión cada uno y al pago de una multa de 60 millones de euros.
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