Treinta fotos del Cable Francés que ‘dibujan’ la Almería de 1920

Una treintena de fotografías fechadas en los años 20 del siglo pasado recogen treinta momentos de la construcción del Cable Francés en la ciudad de Almería. Son el documento gráfico  con el que se topó María José Viciana Santos. Almeriense afincada en Madrid, tuvo la fortuna de hacerse con estas instantáneas abandonadas en una de las habitaciones de una casa que en la calle Javier Sanz iba a ser demolida para levantar el actual edificio que hoy hace esquina frente al instituto Celia Viñas.

Las imágenes, guardadas celosamente desde entonces en el mismo estuche de Kodak en el que las encontró, han sido cedidas a su hermano Jesús Viciana, que ha querido darlas a conocer por lo “curioso” de las fotos, su antigüedad y también por las escenas que plasman de una época en la que las grandes infraestructuras que acompañaban a la riqueza mineral de la provincia reunían a cientos de trabajadores.

Escenas costumbristas
Escenas como la que muestra un barco de vapor introduciendo las vigas del Cable Francés en el agua para iniciar la obra “del mar hacia la tierra”. Imágenes que dejan ver la antigua estación del ferrocarril e, incluso, la infraestructura del Cable Inglés que ya discurre por detrás.

Una obra, la del Cable Francés, que no impide a los almerienses tomar un baño junto a las primeras vigas de un túnel que se abre hacia el mar. Curiosos que observan la ejecución de una estructura que  ha cumplido casi el siglo y que, aunque ya en desuso y con una vida quizá corta, si no se incluye en el proyecto del Puerto-Ciudad, es uno de los símbolos que desde el mar hacen reconocible la ciudad de Almería.

Las fotos que ha guardado María José Viciana desde hace “quizá más de treinta años” ven ahora la luz y no descarta su familia cederlas a alguna institución almeriense. Un punto este último que todavía queda por confirmar.

Se trataría de un conjunto de copias de las fotografías originales realizadas de la obra de construcción del Cable Francés. Algunas de ellas ya son conocidas y están archivas, y otras no se conocen tanto. De ahí, la importancia de guardarlas todas juntas, dicen sus propietarios.

“Siempre me han gustado las cosas curiosas y antiguas”, reconoce María José Viciana que deja, en manos de su hermano, el futuro final de estas imágenes.