El palacio del Banco del bulevar

Fue la sede del Banco Hispano Americano desde 1929

El edificio del Banco Hispano Americano hacía esquina con el Paseo y la calle General Tamayo.
El edificio del Banco Hispano Americano hacía esquina con el Paseo y la calle General Tamayo.
Eduardo D. Vicente
15:05 • 21 sept. 2016

En la acera izquierda bajando el Paseo, en el corazón de lo que entonces era el Bulevar, aparecía un grandioso edificio cuya fachada lateral daba la vuelta por la esquina de la actual calle del General Tamayo. Aquella casa, con la esencia de otro siglo, fue la sede hasta su derribo de la sucursal en Almería del Banco Hispano Americano, y estuvo presente en la vida de la ciudad hasta los años setenta.




Fue en febrero de 1922 cuando la entidad bancaria decidió instalar una sede en Almería. La primera ubicación de la sucursal estuvo en el número 54 del Bulevar del Príncipe, esquina contigua al edificio del Círculo Mercantil. Fue su primer director don Eduardo Avivar Fernández, que se vino destinado desde Granada, donde ocupaba el cargo de subdirector, para hacerse cargo de la nueva entidad que nacía en Almería.




El Banco Hispanoamericano estuvo siete años ocupando el piso bajo de aquella antigua casa en la misma acera que el Círculo Mercantil, hasta que en 1929 decidió su traslado a un edificio que existía enfrente, que adquirió en propiedad, donde había estado hasta entonces la sede de la agencia de seguros 'La Equitativa'.




El edificio ocupaba el número 65 del Bulevar del Príncipe, con fachada lateral a la entonces calle de Sagasta, hoy General Tamayo. Para el traslado de la sucursal a su nuevo emplazamiento hubo que realizar una extensa reforma del local, que se encargó al arquitecto Guillermo Langle. Alrededor de un hall central, sobre el antiguo patio que ocupaba el corazón del edificio, se fueron distribuyendo las dependencias, desde la oficina del director que estaba junto a la entrada, al patio que cerraba la casa por el lado de Levante. Desde entonces, aquella esquina del Bulevar con la vieja calle de Sagasta se llenó de actividad con la presencia del banco, que fue un acicate para que se acometieran importantes reformas en ese tramo final del Paseo, como la remodelación de las aceras, la reparación del deteriorado piso de asfalto y el cuidado de los árboles que presentaban un importante estado de abandono debido a la falta de cuidados. En los años treinta, además de la entidad bancaria, aquel escenario contaba con la intensa vida que le aportaban la Escuela Normal de Maestros, y el Garaje Inglés, que entonces estaban instalados en la calle de Sagasta.




El Bulevar era la continuación del Paseo, pero por su situación, tan abierto a los vientos que subían del mar, era el escenario preferido para los meses de verano. Allí, cuando llegaba el día del Corpus Cristi empezaban a organizarse los conciertos que por las noches ofrecía la banda municipal y cuando se aproximaba la Feria, montaban la tómbola de la Cruz Roja y encendían la iluminación extraordinaria.




En el Bulevar, cerca del edificio del banco, estaba en los años treinta la consulta del doctor Compani, que gozaba de gran popularidad por ser miembro de la sociedad española de especialistas del pecho y por haber ejercido como profesor en el dispensario antituberculoso 'María Cristina' de Madrid. Por su pantalla de rayos X pasaron cientos de niños almerienses de la época.






Temas relacionados

para ti

en destaque