La bronquiolitis, infección viral respiratoria, que afecta fundamentalmente a los menores de un año y, de entre éstos, a los menores de seis meses, provoca ingresos hospitalarios desde mediados de diciembre. Es, de hecho, la causa que mayor número de hospitalizaciones provoca entre los bebés (entre 180 y 200 niños son hospitalizados al año en Torrecárdenas por este virus) y habitualmente se deja notar de noviembre a marzo.
Esta temporada, al igual que la anterior, el virus ha retrasado su aparición en Almería (probablemente por las buenas temperaturas de noviembre) por lo que lo más seguro es que también se prolongue hasta abril.
La infección
La infección, que se inicia como un catarro común de vías altas (tos y mucosidad), acostumbra a empeorar a los dos o tres días cuando aumenta la mucosidad, puede haber fiebre, irritabilidad, tos persistente, vómitos, rechazo de alimento y signos de dificultad respiratoria. Cuando esto sucede, explica el jefe de Pediatría del Complejo Hospitalario Torrecárdenas, Antonio Bonillo, conviene la hospitalización del niño cuando éste es menor de 6 meses. Y muchas veces, si es menor de un año.
Los niños hospitalizados por bronquiolitis acostumbran a estar ingresados entre 5 y 7 días y, aunque no existe un tratamiento específico para curar la infección, sí se procede a limpiar las secreciones (se agobian con la mucosidad) y a darles oxígeno para aliviar su malestar.
En ocasiones, se recomiendan algunos aerosoles para mejorar la situación de los pequeños, señala Bonillo, que reconoce cómo en esta época del año más del 30% de las visitas a Urgencias pediátricas están motivadas por la bronquiolitis.
Entre 3.000 y 4.000 al año
La bronquiolitis es, por tanto, la causa de la mayor demanda asistencial en Urgencias de Pediatría esta época del año y de los que acuden al servicio, uno de cada cuatro o cinco lo hacen por este motivo. Son, de hecho, entre 3.000 y 4.000 los niños atendidos por bronquiolitis en los servicios de Urgencias de Torrecárdenas entre noviembre y marzo, apunta el jefe del servicio de Pediatría.
Con el ánimo de tranquilizar a los padres o tutores, el personal sanitario de Torrecárdenas ha elaborado una hoja informativa con datos sobre la bronquiolitis. Se recoge en este díptico información sobre el manejo del niño con esta infección vírica.
Lavado nasal
El lavado nasal es fundamental y los pediatras aconsejan aplicarlo siempre que se precise y antes de comer, “nunca después”. Asimismo, señalan algunas medidas posturales de modo que el niño esté más cómodo y pueda respirar con mayor facilidad. “Mantener al niño semi incorporado”, aconseja Bonillo, que recomienda, además, evitar corrientes de aire.
Entre la información que reciben los padres de los niños ingresados por bronquiolitis, destaca la referente a la administración de medicación a través de inhaladores. “Si precisa jarabe, con una jeringa introducir por la comisura de la boca lentamente”, señalan. Además, aconsejan utilizar los inhaladores siempre con cámara.
La cámara facilita que el aerosol sea administrado con mayor seguridad.
Respecto a la falta de apetito entre los niños con bronquiolitis, el responsable de Pediatría, aconseja ofrecer más veces el alimento con idea de que tomará poco cada vez. Y es que la mucosidad le impide tomar el alimento con facilidad por lo que es normal que rechace la toma.
De hecho, entre los signos de alarma, se citan cualquier síntoma de empeoramiento respiratoria, el rechazo total del alimento, vómitos persistentes y cianosis (coloración azulada de boca, manos o pies). En estos casos, conviene acudir al pediatra.
Y si la bronquiolitis es habitual con la bajada de las temperaturas (que es cuando el virus circula con mayor facilidad), es también posible prevenirla. De hecho, es la prevención la principal herramienta con la que poder, hoy, eludir el virus de la bronquiolitis.
Mientras llega la vacuna, más higiene
A día de hoy se está trabajando en una nueva vacuna frente a la bronquiolitis que, si todo va bien, será administrada a las madres para proteger a los niños del virus que provoca esta infección respiratoria durante sus primeros meses de vida. La vacuna será,dice Antonio Bonillo, la principal herramienta de prevención frente a este virus que cada año provoca el ingreso hospitalario de casi 200 niños sólo en Torrecárdenas. Niños que acostumbran a estar una media de 5 a 7 días ingresados hasta que mejora su capacidad respiratoria, tienen menos mocos y recuperan las ganas de comer. La vacuna que este 2017 empezará a probarse en mujeres embarazadas en el marco del estudio de investigación tardará todavía en estar disponible en el mercado. De ahí, insiste Bonillo, en la importancia de la prevención a través de medidas tan fáciles de aplicar como la de alejar al niño del humo del tabaco. El lavado, habitual y constante de manos, y la limpieza de juguetes, además de las superficies son fórmulas que permiten preservar, de alguna manera, frente al virus.
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