Superados los peores momentos de la crisis, la sanidad en Almería empieza a recuperarse después de años de recortes que dejaron las plantillas mermadas y que frenaron en seco la puesta en marcha de nuevas infraestructuras.
Se ha vuelto, por ejemplo, a la jornada de 35 horas semanales, lo que ha supuesto un incremento de 160 trabajadores en el SAS y de 109 más en la Agencia Sanitaria Poniente; los profesionales han recuperado el 75% de la paga extra que se eliminó hace cinco años y la Junta acaba de aprobar una resolución que busca cumplir tanto con lo acordado con los sindicatos como con las sentencias del Tribunal Superior de la Unión Europea (TJUE) y que permitirá pasar de eventuales a interinos a unos 15.000 empleados del sector público.
A nivel de infraestructuras, después de acumular años de retrasos, en 2016 se reactivaron las obras del futuro hospital Materno-Infantil en Torrecárdenas (que cuenta con una inversión de 26,5 millones de euros) y están pendientes de ejecutar, en Atención Primaria, las ampliaciones de los centros de salud de Macael y Garrucha, además de los nuevos centros de Olula del Río, Arboleas o Las Cabañuelas (Vícar). Por otra parte, en cuanto finalice el proceso de licitación, comenzarán también las obras de remodelación de la Casa del Mar de la capital (que cuentan con 3,1 millones de inversión).
Hasta aquí, las buenas noticias. Las malas sitúan a la provincia a la cola de Andalucía -“nos peleamos con Huelva a ver cuál de las dos está peor”, señala Francisco Durbán, presidente del Sindicato Médico-, con déficits en personal y camas hospitalarias que se llevan arrastrando décadas.
“Las plantillas nunca se han adaptado a la carga de trabajo. La administración dice que los servicios están garantizados y lo están, sí, pero a costa de nuestra salud. En Atención Primaria hay pediatras que atienden a 1.600 niños, cuando el cupo máximo debería estar en 1.200”, expone Durbán que apunta que, con los médicos de cabecera, la situación es incluso peor: hasta 2.000 cartillas sanitarias llegan a acumular algunos facultativos.
Más personal
Dimensionar la plantilla y cubrir las eventualidades -que se sustituya al personal en lugar de que médicos y enfermeros asuman la carga de trabajo de los compañeros ausentes- son dos de las principales reclamaciones que hace el sector sanitario en la provincia pero, para ello, hace falta dinero.
En Andalucía, según un informe del Sindicato Médico, la inversión en sanidad se sitúa en 1.149 euros por habitante, mientras que la media española está en 1.269 euros. Esa diferencia, que termina traduciéndose en un desfase de cientos de millones de euros, repercute en la contratación de profesionales –el sindicato de enfermería SATSE califica el déficit en Atención Primaria de “alarmante”- y en que se tenga la peor ratio de camas hospitalarias de todo el Sistema Nacional de Salud (Almería, 1,8 camas por cada 1.000 usuarios, siendo la media española 2,3). “Tenemos las mismas camas que en 1982”, sentencia el responsable del Sindicato Médico.
La “deuda de camas” se mantiene, sostiene Fernando Plaza, portavoz de Marea Blanca Almería, desde que se cerró el Hospital Provincial en el año 2005. Anticipándose a un más que previsible colapso de Torrecárdenas, el SAS firmó entonces convenios con dos hospitales privados, el Virgen del Mar y la Clínica Mediterráneo, para la ocupación de camas con pacientes de la sanidad pública. “De media, se están ocupando unas veinte al mes. En Almería, estamos financiando el crecimiento de la sanidad privada con dinero público”, asevera Plaza.
Marea Blanca también critica -queja que comparten el resto de sindicatos- que, de manera muy habitual, haya pacientes en los pasillos del área de Observación de Urgencias en Torrecárdenas (a comienzos de esta semana se contaron más de quince). “Esto ocurre porque faltan camas y falta personal”, dice Juan Vergel, secretario general de Sanidad de CC.OO. José González, presidente de SATSE, comparte la misma reflexión y apunta que para recuperar toda la plantilla perdida durante la crisis, el sistema necesitaría incorporar, además de personal médico, a más de 200 enfermeros “para dar un respiro” a los centros.
Las sustituciones, el cierre de camas y quirófanos en verano y las listas de espera son otros tres de los grandes caballos de batalla de la sanidad en Almería. En cuanto a las primeras, hasta ahora, se han cubierto plazas solo cuando ha sido imprescindible: en Torrecárdenas, por ejemplo, solo se sustituyó a cinco médicos durante el verano pasado y a ninguno en Atención Primaria. “Nos tememos que este año pase igual”, apunta Francisco Durbán.
Cierre de camas
Respecto al cierre de camas y quirófanos (son datos de 2016 porque éste aún no se ha concretado el Plan de Vacaciones) de julio a septiembre se cerraron una media de 120 camas cada mes y dejaron de utilizarse seis de los once quirófanos que funcionan mañana y tarde en Torrecárdenas. En el hospital de La Inmaculada, el cierre afectó a la mitad de los quirófanos y en el de Poniente, de siete salas de operaciones, cerraron cuatro. Esta situación provocó, según denuncian desde el Sindicato de Enfermería, que dejaran de realizarse más de 2.000 intervenciones durante la época estival. “Estamos convencidos de que este verano ocurrirá lo mismo”, señala José González, de SATSE.
En cuanto a las listas de espera, en 2011 fue el último año en el que se publicaron dos veces, en junio y diciembre. A partir de entonces, solo se conoce el dato de año a año. En junio de 2016, había 2.209 pacientes con patologías no contempladas en el Decreto de Garantías esperando para operarse, con una demora media de 44 días. La nueva lista de espera se conocerá en el plazo de un mes.
Cinco hospitales, 42 centros de salud y 82 consultorios médicos
La provincia de Almería cuenta en la actualidad con 224 centros de atención primaria, cinco hospitales -los de Torrecárdenas, El Toyo, Cruz Roja (destinado a la atención de pacientes frágiles y los cuidados paliativos y que temporalmente va a albergar a partir de la semana que viene la hospitalización de Salud Mental), La Inmaculada en Huércal Overa y Poniente- y dos centros de alta resolución de especialidades -CARE Nicolás Salmerón y Bola Azul-. Durante 2016 se ha producido el reinicio de las obras del Hospital Materno Infantil, que avanzan a buen ritmo, con buena parte de la cimentación completada y el inicio de la estructura de las plantas. Este centro supondrá una inversión de 26,5 millones de euros.
Con esta red se da cobertura a una población de 704.297 habitantes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística del año pasado. Estos centros atienden en atención primaria cada año en torno a tres millones de consultas de medicina familiar, 480.000 consultas pediátricas y 2 millones de consultas de enfermería. En el caso de los hospitales y centros de especialidades, sus profesionales atienden cada año alrededor de un millón de consultas externas, más de 400.000 urgencias, cerca de 46.000 intervenciones quirúrgicas y 7.410 partos.
Por otra parte, los hospitales de Torrecárdenas, Poniente, La Inmaculada y Toyo cuentan con servicios de Urgencias, a los que hay que sumar 37 puntos más en los centros de atención primaria y dos equipos móviles del 061 a los que se suma la cobertura del helicóptero del 061, con una crona de 20 minutos a cualquier punto de la provincia.
Almería dispone también de una red de recursos para la atención a las personas con trastornos mentales: una comunidad terapéutica, una unidad de rehabilitación de salud mental, tres hospitales de día, dos unidades de hospitalización para pacientes adultos, una unidad de hospitalización infanto-juvenil, una unidad de salud mental infanto-juvenil con consultas y hospital de día y 5 unidades de salud mental comunitaria.
Para atender a la población hay una media aproximada 7.600 profesionales, según datos del SAS. En cuanto al número de camas, la provincia cuenta con 1.232 camas funcionales. En el futuro, el Hospital Materno Infantil supondrá la incorporación de 101 camas en el área Infantil y 88 en el área Toco-Ginecológica; en total 181 camas más, en habitaciones individuales. Además de la construcción del Materno Infantil, el complejo hospitalario Torrecárdenas incorporará próximamente un tercer acelerador lineal y cambiará los dos actuales, además de otras actuaciones para la renovación de su equipamiento de alta tecnología.
En el futuro, una vez entre en funcionamiento el Materno Infantil -las obras finalizarán en 2018 y después habrá que adecuarlo, con lo que su apertura podría demorarse hasta bien entrado 2019-, se reorganizará el interior del Hospital Torrecárdenas, lo que supondrá la ampliación de algunos servicios y la mejora global de sus instalaciones.
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