La Junta concede medio millón de euros para la red de garantía alimentaria

En torno a 35.000 personas pasan todos los meses por el comedor social de La Milagrosa que gestionan las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, en pleno centro de la capital. Hombres en su mayor parte, pero también mujeres, carentes de recursos o situados en el estrecho margen que separa la pobreza de la exclusión social. 

En los últimos años, el comedor - que abrió en la posguerra como ‘tienda-asilo’ y que en la década de los 90 pasó a prestar el servicio que ofrece hoy- ha visto cómo cambiaba el perfil de sus visitantes. En la actualidad, el 60 por ciento de los usuarios son españoles -en torno a un 53% de Almería-, en muchos casos con serios problemas de adicción al alcohol. 

Pero existe también una “preocupante” población de más de 65 años que no es capaz de llegar a fin de mes con la pensión no contributiva y que hacen en este comedor su única comida del día. “Hay muchos abuelos que mantienen con su pensión a hijos y nietos y que vienen porque no les queda ni para hacer la compra”, señala Yasmina Rivas, trabajadora social del comedor.  

A ellos se unen chavales recién salidos de centros tutelados que se encuentran, literalmente, en la calle y sin recursos y, por último, numerosos usuarios de origen inmigrante, sobre todo subsaharianos y del países del este de Europa.

Para sostener a este centro y a otros que hacen una función parecida, la Junta destinará este año cerca de 550.000 euros, en el marco de la Red de Solidaridad y Garantía Alimentaria. El reparto de alimentos contará con 240.000 euros, las escuelas de verano recibirán 262.000 y habrá 45.770 para el suministro de comidas para mayores de 65 años sin recursos.