Lucía Ayala: "Podemos ha dejado atrás las rencillas, ahora vamos todos de la mano"

La vida le ha cambiado mucho en poco tiempo. De ser una joven científica con inquietudes sociales y compromiso a ser una líder de Podemos Almería, obtener un escaño en el Parlamento andaluz y ser madre. 

Hace poco ha dimitido de su cargo en Podemos de la provincia para dedicarse íntegramente a Andalucía. ¿Se aleja de Podemos Almería?
Para nada, mi trabajo va a seguir más que nunca centrado en esta provincia. Lo que pasa es tras Vista Alegre 2 los nuevos estatutos del partido establecen un régimen de incompatibilidades que nos dice que solo podemos tener un cargo interno. Tenía que elegir uno, y como mi implicación con Andalucía es muy grande, ahora se me acaba de encomendar  el área de Cultura en la organización andaluza, y estoy en el Parlamento, esta situación me ha llevado a presentar mi dimisión formal en el órgano de dirección local de Almería. Sin más. 

¿Qué momento vive Podemos tras no alcanzar la expectativa electoral?
Estamos viviendo una nueva etapa. La primera, hasta Vista Alegre 2, se ha caracterizado por una vida externa e interna muy intensa, había que crear toda la estructura en todos los niveles territoriales, y esto mezclado con elecciones externas. Se necesitaba esta renovación más calmada. Desde ahora miramos las cosas con una voluntad muy hacia el futuro.

¿El objetivo de Podemos es el sorpasso al PSOE?
El objetivo primero y único en Podemos es devolver la dignidad al gobierno de este país. Los casos últimos de corrupción del PP así lo demuestran. Al final la corrupción cuesta dinero, y tiene unas consecuencias muy concretas también aquí, en Almeria, se ve en los recortes a nivel presupuestario. Nuestro objetivo siempre va a ser acabar con las prácticas corruptas del PP. Por eso hemos presentado la moción de censura.

¿Era necesaria una moción de censura que se sabía de antemano perdida?
Claro que es necesario poner sobre la mesa la necesidad de echar al PP y no a personas, sino a unas políticas. En ese sentido, estamos corriendo también el mismo peligro en Andalucía con un partido que se dice socialista pero que a la hora de la verdad ha estado aplicando políticas de recortes del mismo perfil que las del PP. 

Ahora Susana Díaz ha cambiado su Gobierno. ¿Qué espera de él?
Susana Díaz ha hecho un cambio de caras pero lo que Andalucía realmente necesita es un cambio de proyecto porque el que ha llevado hasta ahora ha sido fallido. El mero hecho de renovar a mitad de legislatura algunas de las caras más significativas del Gobierno supone precisamente un reconocimiento de los errores propios. Esperamos que de verdad haya un cambio de rumbo.

¿Y cree que Susana Díaz se garantiza así la estabilidad de la legislatura en los dos años que quedan?
Esto es lo que tenemos que ver ahora. Recordemos que ni siquiera su propio partido ha refrendado el proyecto político de Susana Díaz, entendemos que los propios militantes de su partido le están lanzando un mensaje y en Andalucía también le estamos lanzando el mismo mensaje desde hace tiempo, que su proyecto está agotado, que ha sido un proyecto fallido, y así lo han demostrado por ejemplo las mareas que han salido a la calle. Eso ha terminado al final cambiando las consejerías de Educación, de Sanidad, de Empleo. Lo que esperamos es que a partir de ahora con este Gobierno se estén dando pasos en una dirección diferente. Puede ser que por vía de la colaboración que han tenido hasta ahora con Ciudadanos, que al final es el caballo de Troya de las políticas del PP en Andalucía, sigan aplicando políticas que están más a la derecha de lo que los andaluces necesitan. 

A Podemos se le señala por votar a menudo en consonancia con el PP en el Parlamento Andaluz. ¿Hacen ustedes la pinza al acuerdo PSOE-Ciudadanos?
La pinza es un recurso que activan sistemáticamente para silenciar nuestras posturas. Estamos solamente cinco fuerzas políticas en el Parlamento, es normal que haya coincidencias de voto con el PP como a veces hay coincidencias con el PSOE, con Ciudadanos y con Izquierda Unida. 

Visto con algo de perspectiva, ¿fue un acierto o un error la confluencia con Izquierda Unida?
Yo creo que está funcionando razonablemente bien, no hay razones para arrepentirnos, ni mucho menos.

¿Será deseable mantener la confluencia para próximas citas electorales?
Siempre hemos dicho que vamos a estar con la mano tendida a las fuerzas y los movimientos sociales que quieran trabajar por el cambio. Si Izquierda Unida está por la labor, que probablemente lo esté, nosotros vamos a seguir con este mismo espíritu de aglutinar una mayoría social que sea motor de cambio de este país. 

O sea, que se está trabajando para mantener esa confluencia para las próximas municipales. 
En el caso concreto de las municipales, llegado el caso ya veremos cómo se desarrolla. Ahora mismo estamos trabajando a nivel andaluz es en hacer un programa de gobierno solvente y creíble, 100 por 100 Andalucía, que sea participado, que sea debatido, que esté en contacto con todos los territorios.

¿Y dónde sitúa Podemos su expectativa para las autonómicas? 
Vamos a trabajar para ser alternativa de gobierno. El PSOE andaluz tiene un proyecto ya agotado, las cifras de exclusión social siguen en aumento, la desigualdad dentro de Andalucía está siendo ya insostenible. En Almería nos vemos siempre sistemáticamente excluidos de las políticas, no se introducen cambios en el modelo productivo, no se trabaja por un turismo sostenible… es una labor que nos hemos trazado como prioritaria hacer este proyecto de Andalucía, contando con los andaluces y andaluzas. 

¿Iglesias o Errejón?
Obviamente, los dos. 

¿Dejarán cicatrices las divisiones internas?
Lo que deja es un aprendizaje, que es lo más importante. Es verdad que al final había que apostar por uno y Pablo Iglesias salió claramente ganador. Creo que todos hemos aprendido y hemos pasado página, estamos en un tiempo nuevo en el que vamos todos de la mano. Ya se han quedado atrás las posibles rencillas y si algo hemos aprendido es que el sectarismo no lleva a ningún lado. 

No hay rencillas, pero los que no ganaron están arrinconados dentro de la organización. ¿No se puede interpretar así?
Bueno, Pablo Iglesias fue el proyecto claramente ganador y es normal que se activen las propuestas con las que él ganó, tenía un proyecto de partido que se votó. No hay mayor problema a partir de ahí. 

Como partido han quemado etapas muy rápido. ¿Qué queda del Podemos inicial?
Seguimos teniendo el mismo espíritu. Las personas que seguimos en Podemos vivimos el espíritu del 15M con la misma intensidad que aquel primigenio. Creo que hemos sabido atender y dar respuesta a las necesidades que tenía España en ese momento. Queda muchísimo por hacer, obviamente, y por eso seguimos trabajando.

¿Es Podemos solo un movimiento de lucha por derechos o es también de renovación generacional?
Una suma de todo. Más que de renovación generacional yo creo que es de renovación de tiempo político porque, de hecho, en Podemos hay muchas generaciones. El motivo por el que surgió es el malestar social causado por cómo reaccionaron y gestionaron diferentes gobiernos la crisis, de manera que se usó la crisis para asfixiar a una ciudadanía que no se lo merecía, mientras que los más ricos se seguían haciendo más ricos. No fue solo un pataleo, sino al revés, fue el abrir la puerta a un futuro que nos trajera una España mejor.

Ahora que la crisis remite, ¿se puede perder ese espíritu del que se alimenta Podemos? Vamos, que si al mejorar el bolsillo la sociedad se vuelve más conservadora.
El problema está en el enfoque. No nos sirve de nada que haya más dinero, necesitamos una mejor gestión de los recursos. Nosotros hemos presentado a los Presupuestos desde Podemos Andalucía 124 enmiendas solo para Andalucía, y en ellas pedíamos cosas como que 400 millones que en 2017 no se han destinado a Andalucía deberían haberse destinado. Da igual que haya más recursos si en Andalucía y en Almería vamos a seguir asfixiados como en época de crisis.

¿El fin del bipartidismo ha venido para quedarse?
Claro, el fin del bipartidismo era absolutamente necesario y es, a día de hoy, irreversible. No se ha aumentado el bienestar de la gente porque haya pasado ya la época más dura de la crisis. Seguimos con recortes en todos los ámbitos, no nos dan razones para estar más conformes con la bonanza económica. 

Tuvo dificultades en el Parlamento para ejercer su derecho a la baja maternal. ¿Se lo esperaba?
Eso fue una gran sorpresa, de hecho tuve que estar firme para poder cumplir el permiso como yo creo que es un derecho básico de cualquier mujer. Precisamente para subsanar ese déficit de igualdad que tiene el Parlamento de Andalucía estoy trabajando ahora mismo en una reforma del reglamento interno para introducir una cláusula que recoja el derecho de ejercer el permiso de maternidad y de paternidad. 

Usted ha sufrido eso que no esperaba y la portavoz de su partido en Andalucía, un episodio de machismo. ¿hay una regresión en la igualdad?
Sí, de hecho es que a veces hay una falsa percepción de que ya están los problemas superados. Lo que le pasó a Teresa Rodríguez fue una falta de respeto absoluta y un hecho totalmente reprochable. Esperamos que todo esto sirva para visibilizar este problema de fondo. 

¿Qué le está aportando a Lucía Ayala la política?
Yo siempre he sido una persona muy curiosa, y esta experiencia en la política me ha aportado un conocimiento tremendo de cómo funciona realmente nuestra sociedad, los mecanismos que mueven a las sociedades y el porqué de las consecuencias en las vidas concretas de las personas de las políticas que se hacen a veces a puerta cerrada. Se me ha revelado todo eso de una manera muy nítida, que no podía ni imaginar.

¿Y alguna desagradable sorpresa, aparte de la mencionada de la baja de maternidad?
Sí, claro, muchísimas. Trabajar en oposición a un gobierno como el de Susana Díaz hace que todas las semanas te lleves varios disgustos porque seguimos sin entender su falta de transparencia, la falta a la verdad. Por mucho que pasen los años todavía no llego a acostumbrarme. 

¿Todo eso no forma parte de la política?
No de la política en general. No todos