El Tribunal Supremo cierra sin responsables el caso de los tres artificieros fallecidos en la base de la Legión

La Sala archiva la causa definitivamente y exonera a un teniente de la Bandera de Zapadores

Un monolito recuerda a los fallecidos desde marzo en la base
Un monolito recuerda a los fallecidos desde marzo en la base
Javier Pajarón
01:00 • 14 jul. 2017

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo (TS) cierra definitivamente la causa judicial por la muerte de tres zapadores de la Brigada de la Legión en una explosión en la base de Viator el 20 de mayo de 2013. Un tribunal presidido por el magistrado Francisco Javier de Mendoza confirma el sobreseimiento dictado con anterioridad por el Tribunal Militar Territorial Segundo, que cerró el proceso por la ausencia de indicios de delito.




Los brigadas Antonio Navarro García y Manuel Velasco Román y el sargento José Francisco Prieto González perdieron la vida en la explosión. Según los hechos relatados en dicho auto, la Sección de Desactivación de Explosivos de la compañía de Zapadores de la Brigada de la Legión realizó unos ejercicios de práctica en dichas instalaciones. Los miembros de la Sección depositaron en el polvorín uno de los proyectiles que no se utilizó en la práctica  para utilizarlo en otros ejercicios previstos tres días después.




El  brigada Velasco Román retiró la espoleta del proyectil como medida de seguridad y cuando, con la ayuda del sargento Prieto González, quitó el multiplicador con unos alicates y un destornillador para tirar de la cinta metálica, se produjo la explosión del mismo. Otros dos militares que se encontraban en las instalaciones de los Zapadores sufrieron lesiones durante el suceso, aunque ambos salvaron la vida.




Tras una ardua tarea de levantamiento de los cuerpos y análisis de la zona, se abrieron dos procesos judiciales paralelos. El primero se ventiló en el Juzgado de Instrucción de Almería y el segundo, sobre los mismos hechos, en el Togado Militar. Finalmente la jurisdicción se adjudicó al segundo órgano.




Ningún delito
Se dirimían posibles responsabilidades penales del mando de la unidad, el capitán Carrasco Pulido, antes teniente. El Tribunal Supremo rechaza este extremo, destaca el perfil técnico y la experiencia de los zapadores afectados y confirma el cierre de las actuaciones. La Abogacía del Estado y el Ministerio Fiscal respaldan esta lectura. “La decisión del teniente de depositar los proyectiles sobrantes de la práctica en la nave del Sedex no fue la causante de la detonación del proyectil”.




“En relación con el delito contra la eficacia del servicio el Tribunal Territorial no alberga duda alguna de que la decisión adoptada por el entonces teniente Carrasco de depositar los dos proyectiles sobrantes de la práctica de la nave del Sedex no es constitutiva de delito”, recuerda el Supremo.






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