Pedaladas solidarias por los refugiados

El Ayuntamiento de Almería y la Diputación Provincial mostraron ayer su apoyo a la parada almeriense del reto solidario ’12.000.000 de pedaladas. #YoSoyRefugio’, auspiciado por la Fundación CEPAIM con el respaldo de Almería Acoge. La concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Pilar Ortega, junto al vicepresidente segundo de la Diputación, Ángel Escobar, presentaron la parada almeriense de esta iniciativa junto a los responsables de CEPAIM, Pilar Castillo, y Almería Acoge, Juan Miralles.

La iniciativa, que está llevando a tres ciclistas a viajar en bicicleta desde Villa Real de San Antonio (Portugal) hasta Coillure (Francia) entre el 1 y 30 de septiembre, persigue visibilizar la realidad de estas personas, dar a conocer en qué consiste la protección internacional y cultivar la sensibilidad, apoyo y solidaridad de personas, entidades y ciudades con los refugiados. Se ha elegido el nombre de 12 millones de pedaladas porque son el número de niños y niñas refugiados que, en la actualidad, se contabilizan a nivel mundial.

Ortega destacó que Almería recibirá a la caravana solidaria el próximo día 6 y animó a los almerienses a acompañarles: "El Ayuntamiento se suma a esta iniciativa que pretende visibilizar las necesidades de los refugiados. No podemos olvidarnos de las necesidades de estas personas, de forma particular de los niños que hoy están fuera de sus países de origen. No podemos volver la espalda a un problema inhumano que afecta a más de 65 millones de personas desplazadas por diferentes causas".

En este sentido, animó a los almerienses a participar de la lectura de un manifiesto que tendrá lugar mañana pr la tardeen Puerta Purchena, como parte de los actos que esta iniciativa trae hasta Almería.

El también diputado de Bienestar Social, Igualdad y Familia, Ángel Escobar, ha destacado el empuje y el dinamismo de las dos organizaciones (CEPAIM y Almería Acoge) que organizan este evento solidario y deportivo: “El objetivo es el de concienciar sobre las necesidades que tienen las personas que piden asilo y los refugiados. Nadie abandona a su familia y su hogar voluntariamente, sino obligados por las circunstancias de su país”.