La Junta analiza el ‘Emilio Campra’ tras algunos casos de infección en jugadores

El estadio Emilio Campra (más conocido como el de la Juventud) acoge cada tarde multitud de escuelas deportivas y equipos que tienen en esta instalación que gestiona la Junta de Andalucía su sede.

Uno de esos equipos es la Unión Rugby Almería que tiene además allí toda su cantera. Y ellos fueron los que el día 4 de octubre daba la voz de alarma a la administración autonómica y decidía trasladar los entrenamientos de su escuela al Juan Rojas después de que varios jugadores del equipo de División de Honor hubieran desarrollado infecciones en las lesiones cutáneas con las que habían acabado el partido disputado en ese mismo escenario el 1 de ese mismo mes.
Ciertamente el estado del césped artificial de este campo es mejorable, y puede comprobarse a simple vista, de hecho fue instalado en 2007 (hace una década) y la propia administración ha previsto su cambio en 2018 dentro de la partida de un millón de euros que le dedica en los presupuestos. Pero hasta entonces nunca se había producido más allá de pequeñas heridas.

Ante esta situación, y sobre todo por la alarma que pudiera generar en el resto de escuelas deportivas que siguen desarrollando allí sus entrenamientos, la Junta iniciaba un proceso de investigación entre Deportes y Salud tratando de localizar si realmente había un foco de infección.

Actuaciones
Explican desde la administración autonómica que en ese momento se confeccionó una relación de equipos deportivos que entrenan en el estadio para ver si había más casos. Así como comprobar con los afectados la descripción de los que les ocurre y desde cuando. 

Tras este estudio afirman rotundamente que “no hay más afectados” y fue un episodio que “solo ha afectado a los jugadores de rugby de la máxima categoría”.
Se ha realizado una revisión del terreno de juego y su mantenimiento. Del que explican que su sustitución está ya prevista en 2018 “para evitar que su deterioro por el uso prolongado pueda facilitar la aparición de abrasiones cutáneas durante el juego”.

En cuanto al mantenimiento, afirman que “entre tres y cuatro veces al año se desapelmaza la capa más externa del césped con una máquina específica” y “semanalmente se riega por aspersión con la intención de suavizarlo con el agua de riego de un aljibe externo al polideportivo”.

Analíticas
Pero sin duda la parte que más preocupaba a los usuarios del estadio y por tanto también a la administración autonómica, era conocer si realmente había algún foco de infección en el Emilio Campra.

Explican que tras la realización de analíticas de control en las zonas de abastecimiento de agua y en el terreno de juego. Se han controlado también el agua con la que se procede al riego del estadio y se han recogido muestras biológicas de la superficie del césped, y según explica la Junta “los resultados no muestran que el estado del césped pueda estar relacionado con el riesgo de infecciones”.

Traslado
De momento parece que no se ha encontrado la causa de esas infecciones en el Emilio Campra y desde la institución que lo gestiona lo desvincula de la situación del  césped y del agua.

Mientras la Unión Rugby Almería sigue entrenando en el Juan Rojas con la problemática que puede suponer, ante el avance de las obras para convertir este campo de fútbol en espacio adecuado para el rugby, la colocación del césped. Cabe recordar que las obras para esta conversión estuvieron paradas y que ahora marchan a ritmo forzado para cumplir con el compromiso municipal de dedicarlo a la práctica del rugby.

El resto de las escuelas deportivas y equipos que utilizaban la instalación autonómica siguen haciéndolo con normalidad, y se supone que tras las analíticas con una mayor seguridad.