"Me joden los minutos de silencio y que me llamen para soltar globos"

El Instituto Andaluz de la Mujer atiende en Almería a cerca de 2.000 mujeres víctimas de violencia machista. “Soy incapaz de verlas como un mero número, conozco bien los dramas que llevan a cuestas”, dice. Con un carácter franco y un discurso contundente, se declara alérgica al postureo. “El 25-N tendría que celebrarse todos los días”, sentencia. Dice que su presencia incomoda a muchos por su “costumbre” de expresarse con claridad y sin circunloquios. 

- Detrás de cada mujer agredida hay un drama. Llevar esa carga a cuestas no debe ser fácil.
- No lo es. En estos cinco años que llevo al frente del IAM he sentido de todo: cabreo, frustración, dolor. Al principio, me podía emocionar, pero nunca lloraba. Sin embargo, este año he llorado mucho, más que nunca.  

- Con cada una de las tres mujeres asesinadas y con las dos con las que lo intentaron. 
- Y también cuando subo a ver a las mujeres que están haciendo la terapia grupal. Tienen tanta confianza en mi que siento una gran responsabilidad. 

- Como  si pudiera solucionar todo lo que les ocurre. 
- Y no puedo, evidentemente. En la mano de los poderes públicos no está toda la solución. Aquí la solución está en todos nosotros. 

- Es decir, implicándonos más.
- Claro, no vale que yo diga que estoy en contra de la violencia machista, pero luego no me atreva a llamar a la Policía Local si escucho gritos en la casa de al lado.

- Pero eso pasa todos los días.
- Sí, y es profundamente incoherente. El otro día, por ejemplo, me criticaron por no haber convocado un minuto de silencio en el caso de las mujeres que fueron agredidas pero que pudieron salvarse. 

- Y no le gustó. 
- No, porque el Instituto Andaluz de la Mujer no quiere hacer ningún minuto de silencio. Yo me quedaría ese minuto gritando. ¡Estoy cansada de guardar minutos de silencio! Que no quiero que la sociedad se calle, que quiero que alcemos la voz. ¡Si a mi me jode guardar minutos de silencio y que me llamen para soltar globos! No quiero ponerme detrás de una pancarta y hacerme una foto, lo que quiero es trabajar y sensibilizar. 

- Pero hay que hacer visible la protesta. Este año ya van 44 mujeres asesinadas.
- Es un dato terrible. Pero, mira, si cada vez que a mí el 112 me avisa de que ha habido una agresión se convocara un minuto de silencio, te aseguro que la sociedad almeriense estaría paralizada. Cada semana hay cuatro o cinco casos. ¿Convocamos minutos de silencio por cada una de esas agresiones? ¿Y qué pasa con las 2.000 mujeres maltratadas que estamos atendiendo? ¿Guardamos 2.000 minutos de silencio diarios por ellas?  

- Cuando le llaman y le dicen: directora, otra mujer asesinada. ¿Qué se le pasa por la cabeza?
- Uf, esos minutos son horribles. Intensos y larguísimos. Cuando veo la llamada, antes de coger el teléfono, ya sé lo que ha sucedido. 

- ¿Cuántas mujeres pueden estar viviendo ahora una situación de violencia en sus hogares? 
- En lo que va de año, hemos realizado cerca de 8.000 consultas. Y aquí atendemos cada semana a 160 mujeres en distintos grupos de terapia: víctimas de violencia directa, chicas jóvenes, mujeres que se han quedado anuladas después del divorcio y otras que han sufrido violencia como madres. 

- 8.000 consultas son muchas.
- Pero a mi no me alarma. Me asusta más cuando baja el número de denuncias. Que aumenten las denuncias es bueno, porque significa que la mujer confía en los poderes públicos. 

- Pero ocurre también que el asesinato se produce justo cuando eso sucede. 
- El momento de la denuncia es el más peligroso. Por eso, la mujer, antes de dar el paso, debe estar asesorada. Aquí lo hacemos de forma gratuita sin que haya denuncia de por medio, para que  cuando la víctima vaya a la Policía, ya no esté cerca del maltratador y sepa qué debe hacer. 

- Lo que pasa es que en torno a un 20% de las mujeres asesinadas sí habían denunciado a su agresor previamente.
- En esos casos, hay que exigir que se depuren todas las responsabilidades. ¡Es inconcebible que el asesino de Huércal de Almería tuviera orden de busca y captura y estuviera viviendo entre nosotros, que fuera tan invisible que nadie se diera cuenta! No digo esto por pedirle la dimisión al subdelegado, sino para ver dónde están las lagunas y volcarnos ahí. Porque las medidas de protección policiales y judiciales no están siendo suficientes. 

 - ¿Qué habría que hacer?
-  Destinar más agentes a las unidades especializadas, reforzar el ámbito rural, que se revisen las valoraciones que se hacen y que haya más presupuesto.

 - El Gobierno ha presentado hace poco el Pacto de Estado contra la violencia machista con 1.000 millones de partida presupuestaria.
- La dotación está bien siempre que se devuelva lo recortado. Venimos de una legislatura donde se recortó un 37% en políticas de igualdad y un 17% en medidas contra la violencia de género. Las buenas intenciones hay que traducirlas en medidas. 

- Usted no debe ser una política cómoda. Se lo digo porque no pasa ni una. 
- Hay mucha gente a la que no le gusta que yo esté cerca. Eso lo noto. 

- ¿Por qué no le gusta?
- Porque hablo claro y porque detesto el postureo. Porque el compromiso con la lucha contra la violencia hacia las mujeres debe ser continuo, no solo el día 25. Soy muy crítica con la duplicidad de competencias. Como ciudadana, me molesta mucho que mi dinero se destine por dos administraciones distintas a la misma cosa. 

-¿A quién se refiere? 
- A la Diputación provincial. Las competencias en esta materia son de la Junta. En Almería, nunca han faltado plazas de acogida para mujeres y sus menores. El centro que tiene la Diputación se podría emplear en ayudar a mujeres en riesgo de exclusión o con problemas de drogadicción. Eso sí sería coordinación, no ponerse detrás de una pancarta a hacerse una foto.