La UAL, premiada por su atención a alumnos con diversidad funcional

El rector recibe mañana en Sevilla el Premio Andaluz de Buenas Prácticas

Pilar Sánchez, responsable del área de Atención a la Diversidad Funcional con los participantes en uno de los campus inclusivos organizados en la UAL
Pilar Sánchez, responsable del área de Atención a la Diversidad Funcional con los participantes en uno de los campus inclusivos organizados en la UAL
Rosa Ortiz
21:21 • 02 dic. 2017

La UAL verá reconocida mañana con un premio a nivel andaluz la labor que lleva años realizando en materia de atención a la diversidad funcional y que ha situado a este campus al mismo nivel que universidades que la doblan en tamaño y en número de estudiantes. La Junta le concede el Premio Andaluz de Buenas Prácticas en Atención a las personas con discapacidad en la modalidad de “Atención al Alumnado Universitario” por el trabajo que desarrolla el área de Atención a la Diversidad Funcional que dirige la profesora Pilar Sánchez. 




En este departamento, se desarrollan toda una serie de programas e iniciativas siguiendo las indicaciones del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) en su '’Guía para la elaboración de un Plan de Atención al alumnado con Discapacidad en la Universidad’, que se publicó en 2010. El objetivo es facilitar en todo momento la vida de los estudiantes con algún tipo de discapacidad y fomentar su plena integración como alumnos universitarios. 




Reserva de plazas
La UAL cuenta, por ejemplo, con una reserva del 5% de las plazas disponibles en todas sus titulaciones oficiales para jóvenes con discapacidad que, además, están totalmente exentos de pagar las tasas y precios públicos en los estudios para obtener un título universitario. El departamento dirigido por Sánchez elabora, igualmente, un censo anual que sirve de soporte para planificar los recursos y para programar las medidas que más se ajustan a las necesidades que, curso a curso, se van incorporando. “En este momento, tenemos alumnos con grandes discapacidades. Hemos tenido otros alumnos a los que se les ha ofrecido la adaptación de aula remota, dándoles clase con un pinganillo y a través del Adobe Connect. Buscamos una adaptación ‘a la carta’ dependiendo de las necesidades que se nos presenten”, señala. 




Programas
Entre esos programas adaptados a cada situación están, por ejemplo, los alumnos de apoyo para estudiantes con discapacidad visual o con dislexia, que les toman los apuntes en clase o la incorporación paulatina de cada vez más personal especializado en lenguaje de signos para alumnos sordos. Este año, por ejemplo, la UAL ha destinado una partida de 50.000 euros solo a la contratación de intérpretes en lengua de signos y ya se estudia con el departamento de comunicación que toda la producción audiovisual que se genera en el campus sea subtitulada. “Las cifras nos confirman que la incorporación de alumnos con diversidad funcional es cada vez mayor: antes, en la Selectividad, teníamos un aula específica con 10 o 15 alumnos como mucho. En las últimas convocatorias hemos tenido cerca de medio centenar”, explica la responsable del departamento. 




El curso pasado, cerca de 300 estudiantes señalaron en su impreso de matrícula la casilla correspondiente a “Diversidad Funcional”. La mayor parte de ellos están matriculados en Ciencias de la Educación, Derecho, Humanidades y en grados de Ciencias de la Salud como Enfermería o Fisioterapia. En cuanto a género, un 54 por ciento son mujeres y el resto (46%), hombres. “Muchos no indican qué tipo de discapacidad tienen y tampoco piden ayuda. La idea, además, es que vayan adquiriendo más autonomía a medida que avanzan en sus cursos”, cuenta Pilar Sánchez. 




Con respecto a los alumnos que sí confirma que tiene algún tipo de discapacidad, la gran mayoría se encuentra en un nivel del 33% y decrece el número a medida que aumenta el grado de discapacidad. Del total, en torno a un 48% termina solicitando apoyo, un 35% no lo explicita y el resto, un 17%, no desea ser informado sobre los programas de ayuda que existen en la Universidad. 




La UAL también persigue la eliminación de barreras para promover en el campus la accesibilidad universal y se supervisa de manera continuada que esto ocurra mediante una vía de comunicación abierta en la página web, con un apartado específico sobre las posibles barreras que puedan encontrar los usuarios de todos los productos, procesos y servicios en UAL. “Todavía nos queda mucho por hacer, por ejemplo, en el respeto a las plazas de aparcamiento reservadas, que están ocupadas muchas veces. Es una de las grandes luchas que tenemos”, denuncia Sánchez. 
 





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