El personal de enfermería reconoce un deterioro en la calidad por la presión asistencial

Los principales resultados del estudio elaborado por el SATSE a nivel nacional sobre el estrés en el personal de Enfermería son que ocho de cada diez profesionales (80%) se sienten estresados, cinco de cada diez (51%), “quemados”, y siete de cada diez (71%) sufren agotamiento emocional. Asimismo, muchos profesionales manifiestan dolencias y síntomas físicos. Por ejemplo, un 96% padece tensión muscular; un 90%, nerviosismo, temor o angustia; un 44% sufre problemas sexuales, y un 85% tiene trastornos del sueño.

De otro lado, siete de cada diez (72%) creen que la atención a los pacientes ha empeorado, ocho de cada diez (81%) consideran que no hay personal suficiente, y también ocho de cada diez (83%) no disponen del tiempo necesario en su jornada laboral para atender a los pacientes como desearía. Además, el 89% de las enfermeras entienden que han empeorado sus condiciones de trabajo y un porcentaje similar (86%) cree que el ambiente laboral se ha deteriorado

Ante esta realidad, SATSE demanda mayor inversión para mejorar la atención sanitaria y las condiciones de los profesionales. De manera urgente dicen que hay que aumentar las plantillas en todos los servicios de Salud, no solo en Atención Primaria. “Es cierto que aquí la situación que se ha dado ha sido dramática, pero necesitamos personal en todos sitios. El movimiento se demuestra andando. Lo que esperamos es que el aumento de la plantilla en Primaria no sirva para que, al tener un poco de personal, volvamos a las no sustituciones, porque la gente se pone enferma o se va de vacaciones y hay que sustituirla. Y eso no se ha estado haciendo hasta ahora”, denuncia José González, de SATSE Almería. 

En los próximos meses, el Sindicato de Enfermería intensificará su estrategia reivindicativa para lograr, entre otros objetivos, estabilidad a través de nuevas OPEs con plazas suficientes de enfermeras; la jornada de 35 horas semanales, la implantación de un itinerario laboral y un sistema especial de jubilación; la reactivación de la carrera profesional; la generalización del solape de jornada, y el desarrollo de entornos de trabajo seguros, impulsando las acciones contra las agresiones y los accidentes laborales. 
 

Datos del sondeo "Percepción del estrés en los profesionales de Enfermería" 

1. El sexo de los participantes en el estudio mantiene la proporcionalidad existente en la profesión enfermera, en la que hay una distribución de un 84% de mujeres frente a un 16% de hombres. La participación de los encuestados ha sido mayor entre el personal fijo (63%) que entre el eventual (37%). 

2. Buena parte de los participantes en el sondeo cuenta con una experiencia laboral de entre diez y veinte años. “Tiempo suficiente para comparar situaciones anteriores de bonanza económica con la actual de crisis”, explican desde SATSE. 

3. El sondeo denuncia la falta de tiempo del personal para prestar la atención sanitaria en condiciones óptimas y revela que, además, a la finalización de su jornada, la mayor parte no ha podido realizar todas las actividades requeridas por los pacientes, lo que lleva, a más de la mitad de ellos, a prolongar de manera invisible y no remunerada, su jornada laboral. 

4. Uno de cada diez profesionales ha tenido bajas por depresión ligadas a su actividad laboral. Las más afectadas son las enfermeras con vinculación laboral fija, que, en general, acumulan más tiempo de trabajo. El 90% de ellas manifiesta síntomas de estrés como tensiones musculares, ansiedad, temor o angustia.