Enero repartirá obras en Retamar, Costacabana o Piedras Redondas

Se trata de actuaciones adjudicadas a finales del año pasado y que llevaban tiempo en cartera

Ana Martínez Labella, concejal de Fomento.
Ana Martínez Labella, concejal de Fomento.
Lola González
22:31 • 06 ene. 2018

El nuevo año 2018 arranca para el área de Fomento del Ayuntamiento de Almería con la realización de actuaciones en diferentes barrios de la ciudad que tenía en cartera. Así a la vuelta de las fiestas navideñas, según anuncia la concejal responsable del área, Ana Martínez Labella, arrancarán las obras para hacer realidad el aparcamiento en superficie previsto en el barrio de Piedras Redondas. 




Estos trabajos permitirán que una parcela municipal que se encuentra ubicada junto al centro vecinal de este barrio se convierta en parking para dar cabida a aproximadamente a 44 vehículos. Para ello se van a invertir 107.000 euros y cuenta con un plazo de ejecución de dos meses.  




Esta actuación, que responde a la demanda de los vecinos de la zona, vendrá a mejorar las condiciones actuales del solar municipal existente entre las calles Sierra de Lúcar y Montserrat Caballé.




Las obras previstas, que afectan a una superficie total de 2.700 metros cuadrados, además de adecentar el estado del solar y dotar al barrio de una zona de aparcamientos regulado en su espacio, incluyen la realización de muretes de contención, protegiendo los importantes desniveles que presenta el solar, alumbrado público, con hasta seis nuevos puntos de luz compuestos cada uno por una columna metálica de 10 metros de altura, y la dotación de zonas libres que previamente serán limpiadas de restos de vegetación y restos de escombros.  




También a mediados del mes de enero está previsto que puedan arrancar los trabajos para la adecuación de la calle Río de la Plata y el entorno en Costacabana, incluyendo en esta actuación Carretera del Charco y el callejón de la Plata, en su conexión con el Paseo Marítimo. Las obras tienen un plazo de ejecución de cuatro meses y supone una inversión de 69.472 euros.




En los planes de la concejal de Fomento también se incluye iniciar los trabajos que suponen cumplir con el compromiso de finalizar, a falta sólo de una calle, con la urbanización en las calles de Retamar Norte con las actuaciones en las calle Camino del Abanico y Camino del Galope.




Los trabajos suponen una inversión de 176.415 euros y cuenta con un plazo de ejecución de tres meses. De acuerdo con el proyecto aprobado en su día, las obras incluyen la realización de una acera en la zona próxima a la rotonda existente cerca de la gasolinera del barrio, frente al Centro de Alta Resolución de El Toyo, y la realización de la infraestructura necesaria, canalización subterránea, arquetas y cimentaciones, para posibilitar la instalación de un paso de peatones en la antigua carretera nacional. 




Anuncia Ana Martínez Labella que, además de estas, está prevista que a mediados de enero la empresa Albaida comience los trabajos para la mejora de la calle Campomanes y plaza Julio Alfredo Egea.  En ellas se invertirán 190.000 euros y cuentan con un plazo de ejecución de tres meses. 


Los trabajos comprenden un rediseño de viales, dotándolos de nueva pavimentación y revisando y mejorando las infraestructuras básicas, abastecimiento de agua y alcantarillado.


De acuerdo con el proyecto aprobado la calle Campomanes será totalmente peatonal, desde la Plaza Careaga hasta la calle Real, al tiempo que se crea un nuevo espacio urbano en la Plaza Julio Alfredo Egea. A través de una serie de actuaciones, fundamentalmente se incide en la renovación y dotación de calzadas, pavimentos e instalaciones.


Al nuevo diseño urbano de esta zona acompaña una mejora de las redes de infraestructura, saneamiento, pluviales, abastecimiento de agua y alumbrado público, así como la dotación de mobiliario urbano.


Los alcorques serán los encargados de absorber los cambios de pendiente que se producen entre las plataformas de la plaza y la calle, y a la vez se le incorporan unos bancos de madera en la parte de la plataforma menor, quedando así dos espacios con carácter distinto: la plataforma superior quedará más libre, permitiendo la conexión visual con la calles y entre los dos edificios públicos mencionados anteriormente; y la plataforma menor será más de estancia, un lugar donde parar a descansar en los bancos bajo la sombra de los árboles.



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