Está al frente de una organización política con historia , ¿qué pueden ofrecer partidos tradicionales frente a las opciones de los partidos emergentes a generaciones jóvenes?
Lo mismo que los nuevos, pero lo bueno de tener trayectoria es que estamos asentados, sabemos de dónde vienen las cosas, porque a día de hoy estamos perdiendo muchos derechos, y la gente no lo entiende. Hay gente que ha luchado mucho para conseguir los derechos que otros más jóvenes nos hemos encontrado dados y no apreciamos porque no nos ha costado trabajo tenerlos.
¿Los jóvenes piensa que vienen con los derechos de serie y más derechos que obligaciones?
Sí, la gente joven se ha encontrado con muchos derechos, las 40 horas laborales, la Seguridad Social, cosas que no te planteas que antes no estaban. Por eso creo que la gente más joven no sale tanto a la calle, porque tienen unos derechos que creen que siempre han estado ahí y no se dan cuenta de que para mantenerlos hay que pelearlo. La gente se ha vuelto muy conformista.
¿Cuál son entonces los mensajes para esas nuevas generaciones?
Nos estamos dando cuenta de que propuestas históricas de Izquierda Unida ahora están más de actualidad que nunca. Por ejemplo, IU lleva treinta años defendiendo el feminismo, y ahora nos damos cuenta de lo que está pasando, los casos de violencia de género, las violaciones masivas... Si no logramos concienciar, sobre todo a la gente más joven, de que todos somos iguales, no vamos a conseguir acabar con esas diferencias. Cuando yo empezaba nos decían que éramos las locas feministas. Ahora se está demostrando que si todas no nos volvemos esas locas feministas no se va a conseguir nada.
¿Está el feminismo perdiendo esa carga negativa que se le endosó durante mucho tiempo?
Al feminismo lo han desprestigiado mucho porque no les interesaba que existiera. Claro, un sistema igualitario entre hombres y mujeres no puede permitir que haya uno de los dos sexos por encima del otro. Creo que sí está perdiendo esa carga negativa y que la gente lo está asimilando.
¿Estamos ante una auténtica oportunidad de cambiar las cosas?
Sí. De hecho, este año uno de los temas que va a estar más en vanguardia va a ser el feminismo. Lo estamos viendo. En el periodismo, en el mundo del cine, en todos sitios, cada vez se está reclamando más la presencia de mujeres.
¿Puede correrse el riesgo de pasarse de frenada y provocar una reacción en contra?
Nadie quiere que lo acusen de no estar a favor de las mujeres, pero lo que el feminismo implica hay gente que no está dispuesto a asumirlo, porque si pretende que tanto hombres como mujeres sean iguales, no podemos defender los vientres de alquiler, por ejemplo, o la legalización de la prostitución. Ahí están esas contradicciones. Yo creo que sobre todo los nuevos partidos políticos, que quieren llegar a todos y agradar a todo el mundo, no se quieren quedar atrás, pero, claro, defienden otros postulados que van totalmente en contra de la defensa de la igualdad.
¿Hay mucho de postureo en actitudes en defensa de la mujer?
Muchísimo. Lo vemos en todos los sitios. En debates políticos con compañeros y compañeras de otras fuerzas políticas, si hablamos de violencia de género, todos están en contra del maltrato, pero ya si decimos prostitución, que también es violencia de género, ahí hay quien dice que no. Nadie quiere quedarse atrás de no defender a las víctimas, pero es que la violencia de género va más allá.
En su partido es usted, una mujer, quien está al frente, pero, en el otro lado, ¿qué se encuentra?
El otro día tuvimos ese debate en la Diputación. En la Diputación Provincial de Almería en una bancada estamos la oposición, que da la casualidad de que somos seis hombres y seis mujeres. Luego nos encontramos la bancada de enfrente que son quince, diez hombres y cinco mujeres, y entonces dimite una de las mujeres y se le pide que por favor que intenten que sea mujer, y nos dicen que ellos no van a mirar si es hombre o mujer, que en su bancada están los mejores. Claro, eso tiene muchas interpretaciones ¿quiere decir que los mejores no son las mujeres? Eso en una institución que tiene un área y unas políticas de igualdad con las que siempre se dan golpes de pecho...
En las políticas de igualdad , ¿también hay mucho de postureo o están incidiendo en lo importante?
Depende de quién las haga. Si las políticas de igualdad no se las creen, hacen el mismo postureo que en los demás sitios. Para ejercer políticas de igualdad, lo primero es creerse la igualdad, y no tiene que ser una obligación.
Las próximas elecciones municipales van a ser su primera gran prueba de fuego política, ¿cómo van a plantear las confluencias?
Nosotros tenemos claro que vamos a ir en confluencia, lo que no sabemos aún es quién va a ir en esa confluencia. Vamos a intentar lógicamente que sean los máximos actores posibles, que compartan con nosotros programa y unas ideas, y que estén cercanos.
¿Cómo es a día de hoy su relación con Podemos a nivel provincial?
Buena, hemos tenido algunas reuniones, coincidimos con ellos en muchas plataformas, en manifestaciones. Es que, como nosotros decimos, en la calle estamos con ellos casi siempre. Tenemos un buen trato.
Su antecesora, Rosalía Martín, fue muy crítica con la actitud de Podemos a raíz de los resultados de las elecciones generales y de la experiencia de Unidos Podemos, ¿queda algo de aquello?
No, pero lo que sí tenemos claro actualmente de cara a la confluencia es que el modelo de Unidos Podemos no lo vamos a admitir.
¿Por qué?
Porque fue un modelo que no fue de igual a igual.
Dio un mal resultado, claro.
Dio mal resultado porque, entre cosas, fue un modelo de imposiciones, se impusieron muchas cosas a la gente de las provincias, y eso no estamos dispuestos a asumirlo.
En la línea entonces de lo que dijo Rosalía Martín.
Sí, sí. Además, eso lo tienen claro todos los compañeros en todos los niveles, que el modelo de Unidos Podemos a nosotros ya no nos es válido. De hecho, a Podemos se les ha transmitido. Si ahora uno de los agentes de la confluencia fueran ellos sería de igual a igual. Entre otras cosas, nosotros somos una fuerza municipalista, nuestro poder realmente está en los municipios de la provincia.
Para las municipales, IU tiene la sartén por el mango.
No es eso, pero a nosotros no nos vale que en municipios donde tenemos concejales vayan a llegar desde arriba y nos vayan a imponer un candidato, tendrá que decidir esa gente de ese municipio quién es el candidato.
Tendrá más peso entonces IU por tener más estructura en la provincia. Incluso planteamos ser generosos, pero lo que no puede ser es que en municipios donde se lleve una trayectoria y un trabajo, de repente venga alguien que no tenga nada que ver. Por ejemplo, en Roquetas está Podemos presente y está Izquierda Unida, y las personas que están trabajando tienen una trayectoria. No sería lógico que si hay una lista en conjunto aparezca alguien de otro lugar y sea quien encabece.
¿Qué fórmula proponen?
Primarias. Si hay un acuerdo en algún lugar donde no sea necesario hacer primarias porque hay buena sintonía y todos se ponen de acuerdo, no habrá ningún problema. Pero, donde no, primarias.
¿Ese planteamiento lo comparten los demás actores?
Nosotros lo tenemos claro.
¿Y sus posibles socios lo tienen claro?
No sabemos quiénes van a ser nuestros socios. No hay ningún acuerdo marco con Podemos ni con Equo, se está trabajando pero no hay nada cerrado. Nosotros tenemos nuestra hoja de ruta, pero, claro, luego habrá que ver.
¿Tras las elecciones generales hicieron reflexión profunda de los resultados?
Unidos Podemos hay que reconocer que se hizo a última hora, no dio tiempo a que la gente se conociera, y surgen problemas. Las posturas de Izquierda Unida a nadie se le escapan, porque tenemos trayectoria. Pero cuando trabajas con otros que no tienen tan clara cuál es su postura, a veces se hace difícil. Siempre hay que cerrar un programa.
¿Ha podido Podemos fagocitar a Izquierda Unida?
No, no. Lo tengo claro.
Hubo un momento en que lo parecía.
Sí pudo dar la impresión porque no es lo mismo que tú estés solo a incluirte en un grupo, pero yo creo que poco a poco se ha visto que no, Izquierda Unida está presente en casi todas las propuestas, en casi todos los trabajos. Al contrario, yo creo que a día de hoy nuestra gente sigue estando ahí, fuerte, con ganas, incluso hay gente que se ilusionó mucho con Podemos, que ahora ha bajado un poco, pero al estar nosotros ahí aguanta.
Lo que muestran las encuestas es que Podemos ha perdido fuelle, ¿cree que IU está sosteniendo a día de hoy el que no pierda más?
No, tampoco creo que sea sostener, pero pienso que es como todo, que a Ciudadanos le va a pasar igual…
¿Va a perder fuelle también Ciudadanos?
Sí, porque cuando un partido no tiene un asentamiento en los municipios es muy fácil subir, pero es muy complicado mantenerte. Si no tienes una militancia y una gente fiel, cuando las cosas van mal, todo el mundo abandona el barco. En Izquierda Unida no nos ha pasado nunca eso, estemos arriba o estemos abajo, tenemos una gente muy fiel. Pienso que tanto a Ciudadanos como a Podemos les falta eso, asentarse en los territorios para no sufrir tanto las subidas y las bajadas.
¿En política hay que picar mucha piedra?
Hay que trabajar mucho. Si no tienes gente en los territorios que pueda demostrar que estas son tus ideas, que lo que ha salido en la tele es mentira, te cuesta más mantenerte.
¿Qué papel están jugando las redes sociales en la política?
Tienen muchos riesgos porque las redes sociales generan mucha opinión y muy volátil. El acceso a la información de la gente es inmediato, pero a la información buena y mala.
¿Como se puede combatir esos aspectos perniciosos?
Si tú tienes gente que, aparte de moverse en las redes, está en los territorios, esa gente te va a hacer la labor de difusión en las redes de los mensajes de apoyo. Eso, por ejemplo, el PP hay que reconocer que lo hace muy bien, tiene mucha gente moviendo noticias en Twitter o en Facebook, y se nota.
La izquierda también se mueve mucho en redes.
Sí, sí. De hecho, nosotros formamos a redes de activistas, porque es cierto que las redes sociales generan opinión. Para lo bueno y para lo malo.
¿La sociedad almeriense es más de derechas que de izquierdas, o los bloques ideológicos se han superado?
No creo que sea ni de derechas ni de izquierdas, pero está muy acomodada, y el acomodamiento hace que a la hora de votar sea más conservadora por miedo a perder esa comodidad. Aunque, por otra parte, estamos hablando de una provincia con datos de personas en el umbral de la pobreza por encima del 35%, con unos datos de paro altos, pero una sociedad muy acomodada. Además estamos apartados, maltratados con las infraestructuras. Hay algo que no cuadra en Almería.
¿Y tiene una explicación para eso?
Yo creo que este clima tan bueno nos acomoda, asimilamos todo. Con la problemática de las infraestructuras, en otro sitio estaría la gente en la calle, supermovilizada. Aquí no. Aunque también creo que en Almería hay una gran economía sumergida. Si los datos de los almerienses viviendo con 400 euros fueran verdad, me cuesta creer que la gente estuviera en sus casas.
¿Qué perfil ofrece como coordinadora de IU?
Quizá una imagen renovada, que puede ir en la línea de lo que la gente quiere, quizá ese perfil de más joven y más cercana, aunque realmente las ideas políticas son las mismas, venimos del mismo sitio.
El hecho de ser bloguera de moda, ¿se lo sacan a relucir en su actividad política?
Ay, sí, sí. Incluso los propios compañeros.
¿Por qué hay quien piensa que es incompatible?
Porque estamos metidos en una serie de estereotipos, creados por el machismo. Lo primero que me dijeron cuando entré de coordinadora fue “ahora te cortarás el flequillo a lo hacha”. Si eres de Izquierda Unida ¿no puedes vestir bien, no te puede gustar la moda?… aunque, realmente, si somos consecuentes desde la izquierda con lo que defendemos, apostaríamos por el mundo de la moda, porque es una economía cercana, circular. Ahora hay una tendencia que es la slow moda, menos perjudicial para el medio ambiente.. más de izquierdas que eso, poco. Yo también lo veo muy normal porque mi madre es modista, me he educado entre telas, agujas e hilos. Lo raro sería que no me gustara.
Dice que en su propio partido se lo censuraban, ¿los peores enemigos están siempre en casa?
Sí, sí, [Risas] quizá es que la falta de argumentos hace buscar argumentos absurdos. Me resulta curioso porque en la República, algo que desde la izquierda defendemos tanto, eran muy importantes las modistas y las costureras, igual que las maestras, porque fue la salida profesional que las mujeres tuvieron para ser independientes, la costura y la docencia. Igual que apoyamos el sector agrícola o el turismo, ¿por qué no vamos a apoyar la moda y el textil? Lógicamente con una ética y con una lógica.
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