La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería ha condenado a J. J. M. y J. P. G. a cuatro años y medio de prisión por una agresión a un joven magrebí en una discoteca de la localidad de Oria en 2009. La víctima de 28 años de edad sufrió graves lesiones en la cara fruto de un golpe con un taburete del establecimiento y perdió parcialmente la visión por el ojo izquierdo.
Según los hechos probados de la sentencia judicial, a la que ha tenido acceso LA VOZ DE ALMERÍA, la víctima encontró a su pareja discutiendo con J. P. G. en una zona apartada de la discoteca cercana a los baños y decidió pedirle explicaciones. Entonces, se produjo la agresión.
J. P. G. reaccionó de forma violenta acompañado por el segundo acusado y por un menor de edad. Ambos entraron desde la calle y sujetaron al joven magrebí hasta inmovilizarlo. “El acusado J. P. G. cogió un taburete y, con la intención de menoscabar la integridad física de la víctima, le propinó un fuerte golpe en la cara con una de las patas del taburete, que impactó en la zona ocular de la parte izquierda del rostro, provocando que se marease y cayese al suelo”, expone el tribunal en la sentencia.
Daños y secuelas
El informe médico sobre las lesiones refleja una fractura en el hueso orbital, cortes y contusiones. El joven estuvo ocho días ingresado en un centro hospitalario y tardó cuatro meses en recuperarse de las heridas. No obstante, le quedaron importantes secuelas físicas, estéticas y psicológicas, según refleja la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, firmada el pasado 19 de febrero.
“Quedaron secuelas orgánicas consistentes en trastorno de adaptación con humor de ansiedad, en su grado alto, pérdida de agudeza visual (...) diplopía al mirar hacia la derecha, en su grado más alto, y pérdida de visión completa por el cuadrante nasal superior y por el cuadrante nasal inferior de ojo izquierdo, en su rango máximo”, cita la resolución. También se han acreditado cicatrices de distinta dimensión.
Según J. P. G., la víctima “apareció por detrás y empezó a darle puñetazos y patadas en la cabeza y en la nuca y que cogió el taburete y lo puso para evitar que le agrediera, lo que provocó que éste último se diera con el taburete en su ansia de agredirle”.
El tribunal desestima esta versión exculpatoria. “A pesar de que el coacusado J. P. G. manifiesta que la víctima le propinó puñetazos y patadas en la cabeza y en la nuca, sin embargo, reconoce que no tiene ninguna lesión, que no fue al médico, que no notó nada y que no puso ninguna denuncia”, precisa la sentencia judicial.
“Mientras la víctima está siendo sujetada por la espalda, ve laminada cualquier capacidad de reacción con alguna mínima probabilidad de éxito (...) sin que éste tenga posibilidad defensiva alguna al encontrarse sujeto por detrás”, insiste el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería.
La sentencia puede recurrirse en casación ante el Tribunal Supremo. El Ministerio Fiscal pedía cinco años de cárcel para cada acusado por un delito de lesiones. Los jueces imponen también una indemnización de 120.000 euros por los daños ocasionados.
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