La abuela relata la salida de Gabriel y Ana Julia Quezada de la casa

La abuela paterna de Gabriel Cruz prestó declaración el viernes en el Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería para aportar detalles sobre los instantes previos a la desaparición del pequeño en Las Hortichuelas el pasado 27 de febrero. Carmen compareció ante el magistrado Rafael Soriano a mediodía acompañada por los letrados Francisco Torres y Miguel Ángel Torres, representantes de la familia como acusación particular en el caso.

La mujer declaró como testigo durante aproximadamente 45 minutos. Su versión aporta elementos para construir la secuencia de hechos en los primeros momentos. Fue la última persona en ver a Gabriel Cruz antes del presunto secuestro a manos de Ana Julia Quezada y estuvo también con la acusada en la vivienda.

Su testimonio ya fue importante para la investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil. Señaló el momento de salida del chico de su casa (sobre las 15.30 horas del 27 de febrero) e indicó que Ana Julia Quezada había abandonado el lugar unos minutos antes (inicialmente había aportado detalles confusos).

El letrado Francisco Torres atendió a los medios de comunicación a la salida de la Ciudad de la Justicia de Almería y destacó la fortaleza de la familia. “Queremos transmitir el pesar y el dolor de una situación horrible, que con tanta dignidad han llevado Patricia y Ángel”, afirmó el reputado penalista. “Con su actitud han abierto una brecha de esperanza, han demostrado que se pueden ser extraordinariamente dignos en un asunto tan macabro como este”, añadió Francisco Torres.

Prisión
El abogado no ahondó en detalles sobre la declaración de los padres de la víctima y de la abuela apelando a la existencia de un secreto de sumario en el proceso. “Esperamos que se haga justicia, aunque lamentablemente al pobre Gabriel nadie lo va a devolver ya”, afirmó. “Espero que este mensaje de dignidad que han mantenido en el tiempo y transmitido tanto Ángel como Patricia sea un rayo de esperanza de que hay gente solidaria y generosa aunque pasen cosas tan horribles”, concluyó el abogado de la acusación.

El magistrado Rafael Soriano mantiene el secreto de sumario sobre las actuaciones en la denominada Operación Nemo. En prisión permanece Ana Julia Quezada como única acusada en el crimen. La ex pareja de Ángel Cruz  confesó la autoría de la muerte, aunque ofreció una versión que descartaría el secuestro y sería compatible con un delito de homicidio. Afirmó que asfixió al chico de ocho años durante una discusión en la finca de Rodalquilar.

Sin embargo, el instructor le imputa delitos de detención ilegal (secuestro), asesinato y contra la integridad moral. En el auto de prisión, Rafael Soriano habla de “un macabro plan criminal” para acabar con la vida del niño y de un “engaño” a los padres en los días posteriores. No en vano, Ana Julia Quezada participó en las labores de búsqueda del cuerpo, acudió a las concentraciones e, incluso, se dejó ver ante los medios de comunicaciones con camisetas con la imagen de Gabriel Cruz.

Su detención se produjo a las puertas de su vivienda en La Puebla de Vícar. En el maletero de su automóvil escondía el cuerpo del menor. Mientras era arrestada gritó: “No he sido yo”. Dos días después confesó el crimen.