Pedro Campoy compró el pasado 3 de febrero dos billetes de avión, uno para él y otro para su mujer. Tenían previsto viajar desde Almería a Zúrich veinte días más tarde para pasar un tiempo de vacaciones con su hija y su yerno, que residen en la ciudad suiza desde varios años, pero todo se truncó casi de inmediato: apenas dos horas después de sacar los pasajes, Pedro falleció de manera fulminante.
Mientras la familia intentaba asimilar un golpe tan brutal y repentino, se dio cuenta de que la compra de los billetes (dos pasajes para un vuelo Almería-Zúrich con escala en Madrid) se había quedado en el aire. La hija del fallecido decidió contactar con Iberia, la compañía con la que iban a viajar sus padres, tras leer en su página web que el reembolso de billetes por defunción tanto para la persona fallecida como sus familiares es íntegra y gratuita.
“Llevo luchando por el reembolso del billete de mi madre desde el pasado día 23 de febrero, acreditando toda la documentación requerida para dicho trámite. A día de hoy, quieren cobrarme 30 euros por gastos de gestión. Me parece vergonzoso porque en la web no pone que el reembolso del billete conlleve un gasto de gestión y porque no tienen ninguna empatía con los pasajeros que estamos luchando por algo que es nuestro y por la pérdida de nuestro ser querido”, se expresó Mar Campoy, hija del fallecido, hace unos días en su perfil en redes sociales.
Al habla con este periódico, su marido, Jesús Reyes, explica que “mi mujer tuvo que llamar a Iberia todos los días, y cuando digo todos, me refiero a todos los días, para poder conseguir que empezaran a hacer gestiones. Primero le pidieron que mandemos un fax. ¿Un fax? ¿En el año 2018? Con la documentación necesaria para el reembolso: libro de familia, fotocopia de los DNI y certificado de defunción. Tras estar insistiendo durante una semana, conseguimos que nos devolvieran uno de los billetes, y sí, de forma íntegra. Pasados unos días, y viendo que el segundo billete no lo devolvían, volvimos a la carga. Nos dieron largas hasta que nos pidieron que volviéramos a mandar de otro fax y un mail contándolo todo otra vez”, relata.
A día de hoy, todavía no han conseguido que Iberia les devuelva íntegro y sin gastos el precio del pasaje. “Morirse para Iberia cuesta 30 euros de gestión administrativa”, concluye el yerno del fallecido.
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