Míriam Abenza: “La invisibilización histórica de las mujeres es injusta“

La codirectora de ‘Viajar en el Tiempo’ nos explica qué hay detrás de sus rutas teatralizadas

Míriam Abenza y Eva Marcos forman, junto a su elenco de actrices y actores, el equipo de Viajar en el tiempo.
Míriam Abenza y Eva Marcos forman, junto a su elenco de actrices y actores, el equipo de Viajar en el tiempo. La Voz
Celia S. Cañabate
07:00 • 29 ago. 2018

‘Viajar en el Tiempo’ es la empresa detrás de la visita guiada que este verano ha sorprendido a los visitantes de la Alcazaba de Almería ‘Con ojos de mujer’. Míriam Abenza, es la mitad de “una simbiosis perfecta”.

¿Quiénes sois ‘Viajar en el tiempo’?
Somos una guía turística (Míriam Abenza) y una maestra (Eva Marcos) que en el 2011 ya hacíamos visitas convencionales y nos parecía que todo era demasiado monótono. Queríamos que la gente fuera más partícipe, trasladar el patrimonio en primera persona y hacerles sentir protagonistas de la historia que se les iba a contar, que la vivieran.



¿Así se os ocurrió la teatralización?
Tengo que decir que recogimos el legado de María Cañizares. Empezamos con ella, trabajando con colegios con ‘Una gozada de Alcazaba’ y antes de que falleciera, ella propuso que nos encargáramos nosotras de esta actividad con el apoyo de sus hermanos, que fue total. Luego tomamos las riendas nosotras solas.

Os centrábais en público infantil.
Los niños siempre son los más exigentes, tanto en atención como en valoración. Así que, si con ellos lo estábamos haciendo bien, con el público adulto pensamos que también podríamos. Conseguimos transformar un paseo cultural en una experiencia diferente, divertida y didáctica, ya que el rigor histórico es la base de todo espectáculo.

Vuestro lema es “Quién dice que la historia es aburrida”
Exacto. Cada espectáculo tiene un período de investigación. Se escogen los personajes, se definen sus perfiles y después se le añaden las dinámicas de interacción con el público, que son tan importantes como el mensaje a transmitir, porque son interacciones basadas en factores históricos y que, por tanto, tienen un sentido. Gracias a nuestra buena contextualización, tenemos la confianza del Conjunto Monumental de la Alcazaba de Almería.

¿Por qué ‘Con Ojos de Mujer’?
Porque en nuestro trabajo hemos estudiado, desde la prehistoria, siglos enteros de civilización y nos dábamos cuenta de que faltaba por contar la historia de las mujeres.

Lo que no se cuenta, no existe.
La invisibilización histórica de las mujeres ha hecho que desconozcamos que muchas de ellas utilizaron su inteligencia, su fuerza y hasta su vida para contribuir en los sucesos más relevantes. La verdadera historia universal está conformada por mujeres y hombres, pero ellas han quedado siempre en la sombra y nos fastidiaba mucho…

Sin embargo, las personajes de esta ruta no son todas almerienses.
No, por varios motivos. Primero, que ya había una visita centrada en mujeres de la historia de la Alcazaba. Segundo, que si hay una civilización que ha tenido escondida a la mujer, ha sido la musulmana, por lo que era más difícil sacar personajes. Las que encontramos poseían una trayectoria parecida. Nos faltaba algo más para llegar a transmitir a la hora de teatralizar.

Decidisteis entonces ampliar a acontecimientos universales.
Sí. Queríamos sorprender con una oda a las mujeres que transmitiera nuestra motivación. Mostrar cuándo una mujer ha quedado invisibilizada. Elegimos a las personajes por su originalidad e implicación en acontecimientos históricos importantes. Al haber diversidad, se complementan entre ellas.

¿A quiénes nos encontramos en esta ruta?
Es un viaje desde la antigüedad. Primero tenemos a Dasumia Polla, cuyo patrimonio permitió que su bisnieto Adriano conquistara Roma. En la Edad Media, nos encontramos a la Princesa Wallaba, hija de uno de los últimos califas de la dinastía Omega que, tras el asesinato de su padre, no se acobardó y abrió las puertas de palacio dándose a la intelectualidad. No llevaba velo, lucía sus poemas en su propia ropa…

Y más cercanas a nuestra historia...
Ahí tenemos a Beatriz Enríquez, mujer de Cristóbal Colón que le impulsó cuando le tachaban de ‘vendedor de humo’. Y la penúltima es la almeriense Amalia López, primera fotógrafa que trabajó en su propio estudio, en Jaén. La última es una pequeña performance de ‘la mujer flor’, no aquella frágil que espera a ser regada, sino la que está junto a un árbol que le da sombra y no la deja florecer y que con su fuerza y valentía  se aprovecha de la adversidad y busca la forma de trepar por el tronco y conseguir su propia luz del sol.

¿Qué hay de almerienses como Carmen de Burgos o Celia Viñas?
¡Las tenemos preparadas! Seguro las veréis en una teatralización homenaje a la mujer, y también a Fidela Campiña, una cantante de ópera de Tíjola, desconocida hasta la saciedad, pero reconocida en el extranjero. Pero necesitamos un poco de voluntad política y que confíen en nosotras.

¿Cómo es la implicación de la actrices?
Nos sentimos muy afortunadas porque se implican desde el minuto uno. Confiamos en ellas para la construcción de su interpretación. Se fabrican su personaje a partir del guión y el prefacio histórico y, aun con nuestra supervisión, la acción actoral es prácticamente de ellas.

¿Cuál ha sido la reacción del público a esta ruta?
Han estado muy receptivos. Quienes han acudido a la ruta con un interés histórico nos han transmitido buenas críticas respecto a la profundidad de los textos. Les ha sorprendido el trasfondo histórico y el mensaje transversal de la obra, que ha sido muy potente.

Os sentís arropadas.
Eva y yo somos una simbiosis perfecta, pero junto al elenco, somos un equipo y sus aportaciones son igual de importantes que nuestro trabajo. También tenemos que agradecer el apoyo de Arturo del Pino y Beba Pérez.









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