Las granjas apícolas sufren el robo de un millar de colmenas en año y medio

Un sendero revirado de arena y grava a 800 metros sobre el nivel del mar, más allá del núcleo urbano de Felix, conduce a un paraje de albaidas y retamas rodeado de colinas. El hogar de millones de abejas. Una explotación reparte las cajas cargadas de colmenas sobre el monte y mantiene vivo la tradición de la apicultura tradicional.

La provincia de Almería cuenta actualmente con un millar de granjas apícolas destinadas fundamentalmente a la polinización en invernaderos y a la producción de miel. Es un trabajo muy especializado que requiere importantes inversiones para los pequeños productores y cuidados minuciosos.
Además, el sector sufre los ataques caníbales de apicultores dedicados al expolio de las explotaciones. Las granjas de la provincia de Almería sufrieron en el último año y medio el robo de unas mil colmenas, según datos de la Comandancia de la Guardia Civil en Almería.

“Nadie que no tenga conocimiento sobre el comportamiento de las abejas y medios específicos para poder llevárselas se aproxima a un asentamiento de colmenas”, explica el teniente Sergio López.  “Este tipo de hechos delictivos se producen muy cerca del sector; si no son apicultores, al menos tiene conocimientos de apicultura”, añade el ,jefe de la sección del Seprona en la provincia de Almería. Desde enero de 2017, el Seprona y los grupos Roca (robos en el campo) de la Guardia Civil han llevado a cabo 700 actuaciones relacionadas con el sector apícola. Más de 500 son vigilancias preventivas y 84 corresponden a robos y daños.

Operación
La última intervención terminó con el arresto de un vecino de Adra acusado de apropiarse de 230 colmenas  y provocar la muerte de cuatro millones de abejas de cajas manipuladas irregularmente. Solo las piezas sustraídas valen más de 30.000 euros. “La operación se inició en junio y el sospechoso fue arrestado dos veces en un mes”, explica el teniente Manuel Serrano. “El detenido se dedicaba a llevar las colmenas a asentamientos propios, donde hemos conseguido recuperar 59 colmenas valoradas en más de 8.000 euros”, añade.

Las víctimas están localizadas en el entorno de Felix. Luis Pérez, cuarta generación de apicultores, lamenta el daño para las granjas. “Es un situación muy difícil, hacemos mucha inversión en los animales y las infraestructuras necesarias para la explotación”, explica el productor, con 300 colmenas. Cada pieza vale unos 120 euros y cada enjambre unos 60 euros. Al valor económico hay que añadir el tiempo requerido para conseguir una producción constante de las abejas y los cambios obligados de ubicación de las granjas periódicamente.

El productor insta a un mayor control administrativo de las explotaciones apícolas para apartar del mercado las prácticas irregulares. La Guardia Civil se ha puesto manos a la obra y ha investigado o detenido a siete personas y ha recuperado 500 colmenas sustraídas en el último año. El saqueo de colmenas lleva años siendo una preocupación para el sector apícola, que cuenta, en total con 25.000 productores, según datos del Ministerio de Agricultura.