“El periodismo debe hacer visible lo invisible y contar lo que se calla”

La periodista barcelonesa Rosa María Calaf ha asegurado este jueves en la UAL que el compromiso del periodismo es “hacer visible lo invisible y contar lo que se calla”, porque en la mayor parte de los casos, quien intenta que algo no se vea o no se cuente, lo hace por “intereses que benefician a un grupo, no a la mayoría”.

“El periodismo transforma la sociedad haciendo que la gente sepa lo que pasa, porque no dejar saber es siempre una forma de dominio”, ha contestado la ex reportera, quien fuera corresponsal de TVE en un gran número de países, a preguntas de Antonia Sánchez, subdirectora de La Voz de Almería, durante el homenaje que ha recibido en la Universidad, en el transcurso del IV Congreso  Internacional Mujeres, Cultura y Sociedad 'Repensando el mundo desde una perspectiva feminista'.

Calaf ha estado también acompañada, en un animado debate, por otros dos periodistas que trabajan en Almería, Antonio Torres, director territorial de la RTVA, y Rosa Ortiz, jefa de Gabinete de la Subdelegación del Gobierno.

La periodista catalana, a sus 73 años y ya jubilada, ha vuelto a expresar en Almería su pesimismo por el devenir del periodismo -ha dicho en alguna ocasión, hace algunos años, que estaba en la UVI- y aunque todavía no ha certificado su defunción, sí ha apuntado que “la calidad de la información es cada vez peor”, algo que, a su entender, llega a poner en riesgo a la Democracia.

Como no podía ser de otra forma, dada la materia sobre la que versa el congreso, Rosa María Calaf ha analizado junto a los tres periodistas de Almería el papel de la mujer en la prensa y en el periodismo actual. Aunque resaltó que ya están superadas muchas trabas del pasado, ha asegurado que “las mujeres todavía no están donde deberían”, refiriéndose a la baja presencia femenina en puestos de “dirección y opinión” en los medios de comunicación, es decir, “en los espacios donde se decide de lo que hablamos y de cómo lo hablamos”. “El problema -añadió-, es la facilidad de acceso”.

También ha criticado los prejuicios que todavía existen respecto al culto a la juventud y al aspecto físico, sobre todo en la televisión. “Muchas mujeres que hacen un trabajo fantástico y tienen una presencia física agradable están ahí porque tienen esa apariencia”, y se ha mostrado convencida de que “si no la tuvieran, no estarían aunque lo hicieran igual de bien”.

En este culto por la imagen, se refirió igualmente al uso de figuras mediáticas en la política o el periodismo, algo que supone, ha dicho, “trivializar y 'espectacularizar' algo muy importante”.

Calaf también ha recordado algunas de sus vivencias a lo largo de su vida profesional, de la que se ha mostrado totalmente satisfecha, pues ha tenido la oportunidad de trabajar en su gran vocación.