Fue el segundo monasterio abierto en Almería y el más antiguo de los que aún perduran en su función monástica. Fue fundado por Teresa Enríquez cumpliendo el testamento de su marido, Gutierre de Cárdenas que lo firmó ante el notario de Alcalá de Henares el 31 de Mayo de 1498.
Fueron seis huertas las que el noble dejó en herencia para construir el monasterio. Ocupaban el espacio colindante con la Catedral, desde la actual calle Mariana hasta el mismo Hospital con agua abundante procedente de las fuentes del Alhadra.
Munzer escribió antes de construir el monasterio: “Encantadoras son aquellas huertas que estaban en poder de los moros, gentes tan hábiles en agricultura y en el arte de conducir agua que quien no ha estado en ella no puede formarse cabal idea”.
Como el monasterio no se hacía, el Rey Católico tomó cartas en el asunto y urgió a su construcción. Pero las monjitas no tenían dinero para allanar el terreno. Sin embargo recibieron una inesperada ‘ayuda’: el terremoto de 1522, que tanta destrucción causó, derribó cortijos y construcciones que había en ellas.
Las cinco monjas que allí moraban desde 1515 empezaron el monasterio.
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