Los monasterios y conventos de Almería, tercera entrega de San Francisco

Dijimos que el monasterio de San Francisco fue construido en el siglo XVI pero, perseguido por algún gafe, poco duró la integridad de sus tierras, que iban desde la actual calle Real hasta la Rambla Obispo Orberá. El terremoto de 1790 lo destruyó, igual que la muralla de la ciudad, y, al reconstruirla por el actual Paseo, ocupó parte del monasterio. 

Poco duraron los franciscanos en sus tierras ya que en 1810 los expulsaron los invasores franceses. A su marcha regresaron pero en 1820 los progresistas los echaron de nuevo. Y la desamortización de 1835 expropió las tierras del monasterio.

Quedaron en manos de la iglesia sólo los dos templos: San Pedro el Viejo, luego llamado Corazón de Jesús, y San Pedro el Nuevo al que se trasladaron los enseres monacales.

En 1855, el gobernador Sartorius mandó urbanizar los terrenos y el anchurón que quedó ante la iglesia parroquial. Un vestigio quedó del viejo monasterio: la calle San Francisco, en recuerdo de él. 

Se abrieron nuevas calles e incluso el Ayuntamiento propuso derribar San Pedro el Viejo para terminar el Puerto con sus piedras. En 1910 volvió a ser iglesia de la Orden Jesuita. Hoy es de monjas de clausura.