El 51,13 % de los jóvenes conoce algún tipo de caso de homofobia

Con motivo de la celebración de la semana del Orgullo LGTBI, del 25 al 30 de junio, y como parte de la programación de estos días, la asociación LGTBIQ+ Colega Almería y el Observatorio Andaluz contra la LGBTIfobia, han presentado las cifras obtenidas en el Colegómetro, el cual muestra los datos de la situación en cuanto a homofobia en la provincia, especialmente en la población juvenil.

A lo largo del recientemente concluido curso escolar, el colectivo Colega impartió una serie de talleres y charlas acerca de la diversidad sexual en varios centros de Educación Secundaria de toda la provincia a alumnos con edades comprendidas entre los 12 y los 18 años.

Durante dichos talles de sensibilización contra la lgbtifobia fueron analizadas 42 clases de forma aleatoria, de manera que se pasó un cuestionario compuesto por 20 preguntas en torno al tema en cuestión abarcando, así, a 1.250 encuestados en toda la provincia de Almería, contestando de manera anónima, solo indicando su edad, sexo y curso en el que estaban. 

Datos preocupantes

Éste análisis reveló unos datos preocupantes sobre el nivel de homofobia entre los adolescentes. La mitad de los jóvenes almerienses, el 51,13%, conoce o ha presenciado algún tipo de homofobia. De ellos el 66,99% en forma de insulto, 19,81% como acoso y el 10, 68 % como agresión. Los escenarios más comunes son los centros educativos, en la calle y en el entorno familiar.

Además, cerca de 1 de cada 4 jóvenes piensa que en una relación homosexual uno hace de hombre y otro de mujer. Casi 1 de cada 10 opina que todos los gays quieren ser mujeres y todas las lesbianas quieren ser hombres, unos datos que se achacan al desconocimiento de los jóvenes y la perpetuación de los estereotipos y tópicos.

Por otro lado, el 8,07% cree que tener un profesor o una profesora homosexual influye de manera negativa en la educación recibida. Hay que destacar que es especialmente grave que cerca de 1 de cada 10 alumnos sostiene que es perjudicial tener un educador perteneciente al colectivo LGBTIQ+.

Más promiscuidad

El 17,65 % sostiene que los homosexuales y transexuales son más promiscuos, y el 26,4% cree que el colectivo LGBTIQ+ es más propenso a contraer infecciones de transmisión sexual (ITS).

Entre los datos preocupantes se encuentra el 27,22% que cree que a las personas homosexuales se les distingue por sus gestos, manera de hablar, apariencia y profesión. Además, el 42,08% necesita saber de antemano si una persona es del colectivo para evitar situaciones incómodas, y el 12,22 % tiene problemas para entablar amistad con personas homosexuales, bisexuales o trans.

Casi el 8% de los adolescentes cree que las parejas homosexuales no deben expresar su afectividad en público, el 7, 47% que no tienen derecho a criar hijos y el 14, 78% que exigen demasiado.

Finalmente, entre todos los datos recabados se puede observar que, si bien 4 de cada 5 conoce a personas del colectivo en su entorno, el 26,02% no sabe qué es la homofobia ni la transfobia.

Conclusiones

Tras el análisis de las encuentas, Colega LGBTIQ+ concluye que los datos se deben al gran desconocimiento de la realidad y el hecho LGBTIQ+ por parte de los jóvenes, que la homofobia, la biofobia y la transfobia están muy patentes entre los adolescentes, que la situación de agresiones, insultos y acoso al colectivo es realmente alarmante y en la preocupante continuidad de estereotipos y tópicos.

Entre las acciones que llevan a cabo para cambiar la situación, las diferentes instituciones de la provincia proponen instalar la cultura del respeto en las aulas, dar información veraz sobre el colectivo, acompañar a los adolescentes LGBTIQ+, implantar políticas de igualdad en los centros educativos, formar al personal docente y denunciar y animar a denunciar las situaciones de lgbtifobia.

Desde Colega Almería y el Observatorio Andaluz contra la LGBTIfobia recuerdan que acabar con este rechazo a la diversidad sexual pasa fundamentalmente por una fuerte labor educativa tanto en el ámbito familiar como en los centros de enseñanza. Un trabajo de respeto, amabilidad, conocimiento y naturalización que tiene que darse desde edades muy tempranas, pero que debe ser especialmente insistente durante la pubertad