La remodelación de la calle Guadarrama ya es una realidad. Situada entre Padre Méndez y Calzada de Castro, es uno de los caminos que toman los almerienses para entrar y salir del conservatorio, por lo que es una importante zona de paso. De hecho, las otras dos calles son vías solo aptas para automóviles. Padres, alumnos de la escuela musical y del instituto recorren esta calle y su entorno a menudo. La ausencia de árboles y grafitis, el color del suelo y las nuevas farolas han cambiado el paisaje urbano.
Según explicaba la concejal Ana Martínez Labella en su día, han transformado el fondo de saco existente en una plaza peatonal izada, que servirá de nexo y transición entre los dos niveles de la actuación, así como de espacio de espera y relación.
Las obras, de cuatro meses de duración, han cumplido con el plazo de ejecución previsto y pretenden ofrecer una mayor seguridad y comodidad a los ciudadanos durante su tránsito peatonal. Sin embargo, las redes se han poblado de mensajes en contra del nuevo cambio urbanístico. Parte de las críticas proceden del alumnado del centro.
Antes y después
Los disgustados han utilizado sus cuentas de Instagram para mostrar el antes y el después del enclave, y su posterior rechazo. Desde su reapertura, las reacciones han sido continuas. Otros ciudadanos se han hecho eco de las informaciones en Facebook. Manu Artero, administrador de Vive Almería colgó en esta red social el siguiente mensaje: "Lo de Almería con los árboles es inexplicable. Siguen reformando plazas, eliminando árboles y convirtiendo la ciudad en un erial. ¿Alguien puede explicar el motivo?"
Juan Alberto Sánchez comenzó su andadura en el conservatorio hace nueve años. "Le han quitado la esencia que tenía de calle de conservatorio y ahora parece simplemente una calle de un parque de niños por los colores". A su juicio, la calle se encontraba en mal estado pero no requería un cambio de ese estilo, una reforma que no ha respetado que no es una "simple calle". "No solo está la comodidad física sino la comodidad de poder identificarte con algo ", relata a continuación.
Biel Ordóñez también cuenta con una amplia experiencia en la escuela. Siete años donde ha madurado y ha conocido la historia más reciente del entorno de la academia. "Sinceramente se lo han cargado. A mi me gustaba pasar por las tardes por allí, ver los árboles y los grafitis, que al fin y al cabo son arte igual que lo que nos enseña en el conservatorio. Ahora solo hay un puñado de cemento, sin bancos ni colores". Biel no sabe qué esperaban con ese cambio por parte del consistorio.
Los bancos
Otros como Jose no comparten esas visiones. Ve bien que hayan quitado los bancos, ya que estos son el destino de personas que beben y fuman. Sostiene que estas no dan una buena impresión a los niños que recorren la vía cada día. Aún así, para este percusionista de 19 años el color elegido es chirriante y critica que apenas haya sombras con la nueva reforma.
En general, los alumnos explican a LA VOZ que la reforma era necesaria, si bien no se ha emprendido de la mejor manera. "La calle se ha quedado peor. Aunque los bancos de antes estaban un poco viejos era donde todos nos sentábamos a pasar los descansos entre clase y clase y las pinturas le daban un aire gracioso al conservatorio" afirma Marta. La misma concluye que han hecho de todo menos arreglarlo, una frase que puede representar el malestar de una gran parte del estudiantado con la gestión del Ayuntamiento de Almería.
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