En la era de la inmediatez y la constante prisa. En una realidad en la que no importa la formación y el fácil acceso a la información, si de agarrarse al primero que prometa lo anhelado se trata. Ahí se sitúa el escenario en el que se encuentran los nutricionistas, una profesión castigada y cuestionada debido al alto intrusismo laboral. Este, en buena parte, favorecido por una industria (empresas de productos sustitutivos y ultraprocesados) que mueve millones de euros al mismo tiempo que se adueña y dirige la salud, como si de una marioneta se tratase.
La gran preocupación que tenemos por nuestra imagen, y más en una provincia como Almería, en la que los meses cálidos se imponen al frío y exponemos más el cuerpo, es el principal detonante de las “dietas milagro”, de los malos hábitos y del lucro de aquellos que juegan a ser profesionales.
¿Qué es lo primero que utilizan para llevar las riendas de tu alimentación y convertirla en un catálogo de batidos y ‘snacks’? Tu debilidad. Y, ¿cuál es la que comparten la mayoría de los mortales? Adelgazar. Sin ninguna condición, ni aunque esta sea la salud.
Ante esta situación y con la sensación de que cada día va a más y a peor, un grupo de profesionales de la provincia de Almería y miembros del Colegio Andaluz de dietistas y Nutricionistas han pulsado el botón de alarma.
“Estamos realmente preocupados de que cada vez más personas se dejan llevar por promesas totalmente falsas y cometen locuras. Depositan toda su confianza en perfiles que quieren ganar un dinero extra vendiendo preparados que sustituyen algunas comidas o en otros que han dado un curso de 10 horas y creen que ya pueden ser dietistas”, reconoce Antonio Serrano, uno de los nutricionistas que se ha unido en la provincia para denunciar la situación que sufre el sector.
Gravedad
Estos profesionales almerienses han comprobado las consecuencias que han dejado algunas dietas en sus respectivos pacientes. Antonio Serrano relata el caso de un señor con insuficiencia renal crónica que actualmente se encuentra en diálisis cada dos días. “Este hombre ya contaba con un problema antes de tomar preparados proteicos adelgazantes pero, sin duda, lo que aceleró su deterioro fue esa alimentación tan alejada de lo saludable”, asegura.
Para Serrano y sus compañeros, “los remedios milagrosos” y las medidas incorrectas no solo afectan a personas con algún problema de salud previo, sino que pueden afectar a cualquiera del resto. “Pueden aparecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer, o fallos renales”, señala el especialista.
Según Serrano, la mayoría de las personas están dispuestas a probar cualquier cosa por “variopinta” que sea y cueste lo que cueste. “La matriz de un alimento es tan compleja que es imposible sustituirla por un batido, un preparado o algo similar”, manifiesta el nutricionista.
Intrusos
Si hay alguien más “peligroso” que los que se benefician con la venta de productos sustitutivos, es, para el especialista, “aquel que parece realmente un profesional porque cuida cada detalle de su imagen y tiene don de la palabra pero nos va a ofrecer una dieta totalmente perjudicial”.
Es de vital importancia tener la capacidad de discernir entre el profesional y el que se hace pasar por este. Según el grupo de especialistas almerienses, lo primero que hay que solicitar es el número NICA, este nos dará la seguridad de que es un centro autorizado, así como la tarjeta de colegiado. Asimismo, los nutricionistas recuerdan que alguien que hace bien su trabajo dedicará un tiempo determinado a conocer al paciente y elaborar una dieta que se ajuste a sus necesidades.
“Esto es una carrera de fondo y de aprendizaje. Elegid a un profesional”, aconseja Antonio Serrano.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/180000/el-peligro-de-los-falsos-nutricionistas-y-las-claves-para-identificarlos