Finalizamos hoy las cinco entrega dedicadas a la torre de la Catedral, objeto de polémica en la ciudad por su pretendida restauración, con un elemento de la misma que ya desapareció: el pilar que había en su base. Mucha gente aún recuerda de la Plaza de la Catedral la fuente de mármol que, tras el desaguisado de Patton, se trasladó al Aeropuerto.
En 1551 el Ayuntamiento solicitó al Cabildo ‘hazer una fuente en la plaza de la Iglesia para que se dé alguna agua, juntando la que dieren con la que tienen en la iglesia de San Juan’. Recordemos que, por entonces, la Iglesia era la dueña de las conducciones de agua en las ciudades.
Pero las cosas de palacio siempre han ido despacio y en 1575 el Ayuntamiento insitió ‘sobre la fuente o pilar’. Y hubo que esperar cinco años más para que el Cabido colocase allí un pilar para el abastecimiento público. Fue en 1580.
Pero debía estar en lugar inadecuado ya que en 1593 fue trasladado ‘a la esquina baja de la torre, cabe el arco ciego allí existente’. Aún se pueden ver los restos.
En 1757 el obispo Medina ordenó quitar el pilar y poner una fuente “que daría mucha hermosura y adorno a la plaza e Iglesia”. Pero allí no hubo fuente hasta siglo y medio después, eso sí, de mármol de Macael; y duró hasta 1966.
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