La Biblioteca ‘José María Artero’ se inaugura con una fiesta aniversario

La apertura por fases de las salas -la parte correspondiente a lectura, cine o tecnología no fueron una realidad palpable para los almerienses hasta el 24 de octubre-, y los continuos periodos electorales de 2019, han impedido que hasta el día de hoy, justo el anterior al primer cumpleaños de que entrara en las dependencias el primer estudiante, se haya podido realizar en la Biblioteca Central de Almería ‘José María Artero’ una inauguración como las de antaño; de esas de placa, vino y alguna que otra rosa para el homenajeado o su familia.

Pues bien, ese debe se podrá tachar de la lista con el acto que hoy acoge el edificio. Una celebración a la que se ha invitado a la familia de José María Artero que, además de dar nombre a la biblioteca, este acto permitirá rendirle un pequeño homenaje por una trayectoria vital en la que trabajó por promocionar la cultura y la literatura almeriense. Ante sus ojos, el alcalde de la capital, Ramón Fernández-Pacheco, descubrirá una placa y junto al rector de la Universidad de Almería, Carmelo Rodríguez, hablará del presente y el futuro de una instalación que actualmente funciona con el trabajo conjunto de las dos administraciones.

Audiovisual

Habrá un video sobre la biblioteca y un pequeño recorrido para mostrar a aquellos que aún no conocen los pormenores de sus salas las bondades de un edificio que tras años cerrado y tras ser cuartel de la Policía Local, ha encontrado una nueva vida muy distinta a la que el arquitecto Guillermo Langle había previsto en su concepción.

Para los presentes habrá hasta un ‘vino español’ que tras años desaparecido de los actos oficiales del Ayuntamiento ha retornado solo en dos grandes ocasiones, la inauguración de la Gerencia de Urbanismo y en ésta de la instalación cultural.

La Biblioteca ‘José María Artero’ cuenta con 295 puestos de lectura pero tiene como objetivo ser una biblioteca diferente, más moderna, y a la que no solo se acude a leer sino también a aprender y disfrutar. 

Al entrar lo primero que se encuentran los almerienses es la zona de autopréstamo de libros. Ahí, todo aquel que cuente con el carnet de bibliotecas de Andalucía y con el libro en cuestión, cualquier usuario puede pasarlo por el lector y cerrar el préstamo. El siguiente punto del recorrido es la zona de autopréstamo de dispositivos digitales (portátiles, tablets y auriculares) que puede realizar con el mismo carnet y un código de seguridad personal que le entregan en el mostrador permitiéndole su uso durante cuatro horas.

A partir de ahí se encuentran la ‘bebeteca’ y la gran sala infantil; una zona dedicada a prensa diaria y publicaciones periódicas, y ya al fondo la colección de comics y la sala maker con la que se pretende acercar a la cultura digital e inmersión en la robótica, la electrónica, el software y hardware libres… Además, cuenta con una impresora digital 3D, y un espacio para la programación de arduinos, makeblocks o sensores y cerquita está el espacio destinado a los videojuegos y al visionado de películas.

En la planta alta encontramos una zona de autoedición y bibliografía de artes, y una importante discografía de vinilo llegada de una donación de Radio Popular, además de amplias zonas de lectura.

Restauración

Coronando el edificio se encuentra en basto el espacio que fue concebido como cafetería. Sobre este espacio de restauración habrá que preguntar en el día de hoy. Sin duda es el elemento que coronaría una instalación que pretende ser algo más que un espacio para leer y estudiar, pero que de momento sigue cerrada y de cuya concesión administrativa nadie sabe nada todavía.

De momento lo cierto es que esta instalación cultural ya está a pleno rendimiento y que los almerienses acuden mucho a ella.