La cúpula de Almería por antonomasia ha entrado en el dique seco. Desde hace unos días, los almerienses que deambulan por la Puerta Purchena pueden ver cómo uno de sus edificios esenciales, la Casa de las Mariposas, está siendo rehabilitada en su castillete. Se trata de unas obras de reparación de la placa aislante para evitar filtraciones de agua.
Las obras están siendo realizadas por la empresa RHC por encargo de su propietaria la Fundación Cajamar. Los trabajos de reparación de este minarete, diseñado hace más de un siglo por Trinidad Cuartara y rehabilitado por los arquitectos Luis Pastor y Luis Fernández, de Arapiles Arquitectura, hace una década, no van a suponer ningún cambio en la imagen de tan singular icono en el epicentro de la ciudad. Seguirá también coronando la cúpula el añejo vaso de vidrio con el que los alarifes y el arquitecto brindaron con vino cuando finalizaron la casona en 1911 para la burguesa familia Campos Rapallo. Desde entonces, el vaso ha sobrevivido a terremotos, a nieves y lluvias y a los bombardeos de la Guerra Civil hasta que fue descubierto en 2009 con una ligera capa de polvo centenario.
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