Vuelve un clásico: casi dos meses sin Habibi

Han sido casi dos meses sin que la cafetería Habibi ofreciera sus deliciosos churros en la puerta de la Plaza del Mercado. El entrañable establecimiento que regenta Fernando Chacón abrió el pasado lunes con las mesas a distancia marcada por la normativa y una cuidadosa atención con la limpieza de sillas y mesas cada vez que llegaba un cliente nuevo- La mayoría de ellos de toda la vida.

Las mañanas de la Plaza no eran lo mismo sin el Habibi. Muchos almerienses que llevan la ciudad tatuada en la piel se reúnen por costumbre -casi como un rito- en este espacio breve, ahora más abierto por las exigencias sanitarias. Un territorio amigo en el que hablar mientras el estimulante aroma de los churros se entremezcla con las conversaciones. Pausadas cuando hay tiempo para extenderse en el coloquio como sucede los sábados, más breves y concisas cuando hay que apurar y entrar en la Plaza a buscar los avíos para cocinar de verdad.

El tibio sol de mayo no terminaba de calentar la terraza pero no importaba y algo de la situación que se está viviendo flota en el ambiente. Pero lo esencial está ahí, sobre la mesa. El desayuno con churros del sábado por la mañana viendo pasar la vida con esa deliciosa pereza que hace irresistible a esta ciudad.  

¿Cómo calificar estas costumbres que giran en algo tan sencillo como una porra de churros? ¿Es qué hay algún misterio en la masa o en el café? Seguramente, el enigma está en la profundidad de las cosas directas y claras. Las cosas que dejan huella como esos desayunos con churros del Habibi, que por fin han vuelto y que traen recuerdos inolvidables de seres queridos que han pasado por esta Circunvalación del Mercado y que, quizás con un simple desayuno, parece que vuelven a estar otra vez aquí.

En la imagen, junto a Fernando Chacón, Ingrid Chacón, Javi Ramírez y Cándido Guirado.