Almería, con el aplauso: primeras colas para hacerse una foto con el monumento

La base se construyó hace escasas horas, de madrugada y con supervisión de alguna que otra concejala. Juan Manuel Moreno llegó, vio y venció: esta mañana descubría, junto al alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, ese monumento hecho con mármol de Macael que recordará para siempre esos aplausos de balcón de las tardes de confinamiento y homenajeará así la labor de los sanitarios, haya pandemia o no.

Y la nueva atracción de la ciudad no ha tardado en cuajar entre los almerienses. Sorprendente, pero cierto: esta tarde se podían ver tímidas colas para hacerse una foto junto a las manos que aplauden por obra y gracia de Navarro Arteaga (el mismo escultor que hizo para Almería el misterio de la Santa Cena, el Gran Poder o la Virgen del Carmen del Zapillo y que es autor del barro que se ha tomado como modelo para los ocho aplausos que recordarán la pandemia del coronavirus en las ocho provincias andaluzas).

Erigido en el barrio de Oliveros, en la recién reformada plaza Vicario Andrés Pérez Molina (situada junto a la calle José Artes de Arcos), el monumento trata de rendir un homenaje eterno a los sanitarios y al resto de personal esencial que trabajó de manera intensa durante el estado de alarma y confinamiento de la población, tal y como ha recordado esta mañana, durante el acto de inauguración, el propio presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla.

En el acto ha intervenido además el presidente de la Asociación de Empresarios del Mármol de Andalucía, Jesús Posadas, que ha apuntado hasta ocho razones para que los artesanos de la comarca de Macael hayan aportado su grano de arena para hacer las esculturas, una por cada capital andaluza.