“Almería ya no se puede permitir más condescendencia ni más avisos”. Así de rotunda se ha mostrado la delegada de Gobierno de la Junta de Andalucía, Maribel Sánchez, tras la que ha sido la primera reunión de coordinación entre administración autonómica, estatal, ayuntamientos de más de 20.000 habitantes, Diputación Provincial y representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado después de levantarse el estado de alarma, y que ahora se rescatará para coordinar todas las actuaciones para frenar el COVID de forma semanal.
De ese encuentro, más allá de un análisis de la situación y de los datos nada positivos que tiene la provincia de Almería con más de 1.100 casos en activo de coronavirus, sale una conclusión clara: la necesidad de endurecer el control del cumplimiento de las medidas de seguridad de uso de mascarilla, distancia social y condiciones higiénico-sanitarias. De hecho, todas las administraciones representadas han hablado de “relajamiento” de parte de la población y de la necesidad de ir más allá de la concienciación.
Así, a partir de ahora tanto las policías locales, Policía Nacional, autonómica o Guardia Civil dejarán de advertir para, directamente, sancionar y hacer cumplir las medidas marcadas por parte de la Junta de Andalucía como autoridad sanitaria. De hecho, en lo que a la parte correspondiente a Salud Pública se refiere desde el pasado 5 de agosto se ha realizado “un incremento de inspecciones en locales más afectados por los rebrotes”, especialmente los de ocio nocturno, y que han dejado “hasta ayer 975 denuncias por incumplimientos de las medidas de seguridad”, explicaba el delegado de Salud, Juan de la Cruz Belmonte.
Y es que el objetivo de esta coordinación consiste precisamente en tener claros los focos de los rebrotes realizando una especial labor de control en estas zonas. Una colaboración también necesaria para hacer cumplir el confinamiento de aquellos que siendo asintomáticos no cumplen con la cuarentena. Así destacaba el delegado de Salud las 33 órdenes judiciales de confinamiento que se han dictado en la provincia desde que se levantara el estado de alarma.
Datos
Con respecto a los datos actuales, aseguran que siguiendo los criterios epidemológicos no se puede hablar aún de transmisión comunitaria. De hecho hablan de 1.100 casos activos no sobre los 710.000 habitantes que tiene la provincia sino sobre el casi millón y medio con el que cuenta en estas fechas de verano. Ante la pregunta de si la reunión que mañana mantendrá el Consejo de Gobierno andaluz en la que no se descarta el tomar medidas más duras podría tratarse el confinamiento de alguna zona de la provincia, aseguran que “no hay datos sobre ello”, con lo que parece que inicialmente la situación no va a cambiar.
En el análisis de los motivos por los que los rebrotes están siendo tan fuertes en Almería, desde Salud trabajan sobre dos pilares fundamentales: el incremento de la movilidad desde el pasado 21 de junio que ha podido provocar la importación de casos, y el relajamiento de las medidas de seguridad precisamente por el poco impacto que tuvo la pandemia inicialmente en la provincia.
Como dato aportaba la delegada de Gobierno que “actualmente el 65 por ciento de los contagiados de coronavirus en Almería son de otra nacionalidad” y ahí incluía tanto “trabajadores como turistas que han venido a la provincia en esta temporada estival”. Además recordaban en su comparecencia de prensa que “el 95% de los casos son asintomáticos” con lo que los contagios se están produciendo porque el virus está en la calle y “la única forma de pararlo es con el cumplimiento de las medidas de seguridad”.
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