La hostelería rescata la Plaza como centro neurálgico de la capital

Hasta hace unos pocos años las noticias centradas en el entorno y las calles adyacentes al Mercado Central de la capital hablaban de cierre de establecimientos, haciendo de ese área, insertada en pleno centro, un espacio de decaimiento económico y social.

Sin embargo en los últimos años se iniciaba la puesta en marcha de una serie de proyectos, casi todos centrados en el sector de la hostelería, que han obrado el ‘milagro’ de salvarle la cara a una zona que históricamente ha marcado el pulso de la actividad comercial de la capital.

Hoy hasta una decena de establecimientos se agolpan en las inmediaciones del mercado y prolongan la vida en ese entorno más allá de los horarios de apertura y cierre de la plaza.

La reforma
Probablemente el detonante de ese interés por parte de los empresarios de la hostelería fuera la profunda remodelación a la que fue sometido el edificio, un lavado de cara, que ha resaltado sus atractivos y animado su entorno.

El año que viene se cumplirán diez años desde que se reabriera el Mercado Central, que treinta años antes ya había sufrido una profunda remodelación para adaptarlo a los nuevos tiempos y modernizar sus vetustos equipamientos.

La nueva imagen, el regreso de muchos clientes que buscan allí ese encanto de los mercados de abastos y, como consecuencia, la ‘vuelta a la vida’ de este espacio comercial y social han obrado el milagro de dinamizar una zona céntrica que estaba de capa caída.

Los clásicos
Aún queda allí una representación de los establecimientos históricos que siempre acompañaron al mercado, en especial el Bar Habibi, que en unos pocos meses cumplirá sesenta años de vida, aunque cambió de esquina tras la reforma iniciada en mayo del año 2009. Churros, tapas y la peculiaridad de que se puede comprar pescado en la plaza y que te lo preparen allí mismo, “salvo sardinas” -advierten- por el fuerte olor que desprenden.

El antiguo Barea, convertido actualmente en el ‘Cornelia’s’ o el Café Bar Orberá Centro, responden a los clásicos establecimientos que siempre rodearon la Plaza, bares sobre todo para el desayuno o la parada de aquellos que discurrían por esa zona de la ciudad,

Nueva oleada
Los últimos años han sido los de la explosión de la hostelería en el entorno del mercado, la Circunvalación Ulpiano Díaz. Hace años se instaló en la calle Juan Leal el conocido ‘Quinto Toro’ y después fueron llegando otros como el Bar Cafetería Express (en este caso ubicado el interior del mercado, ocupando el puesto 17 y recientemente ampliado con una terraza interior) o el Candelas Premium Coffee.

Aunque el tapeo ya existía, la llegada del Plaza Central escaló un peldaño más en esa forma de comer tan genuinamente almeriense, que se ha ganado el apelativo de ‘el arte del tapeo’.

Nueva hornada
Los últimos en llegar están aportando nuevos modelos, conceptos diferentes que abren aún más el abanico de opciones y que tienen la virtud de que esa nueva vida para el mercado y su entorno se prolongue más allá de sus horarios de apertura y de cierre.

Hace algo más de un año llegaba el Plaza Market, con una apuesta por el tapeo, el aperitivo, el café de la tarde y las copas, que atrae a un público joven, una apuesta que refuerza el recién abierto Camerino, música y cócteles hasta la madrugada.

El último en abrir, hace unos días, es el Bar Tomate, resultado de la unión de dos empresarios del sector, Pablo López Egea y Antonio Ortiz (Restaurante Manuela) que han rehabilitado el edificio del viejo Spar de Manolo (conservando carteles y luminosos), respetando la arquitectura, los arcos o los exquisitos techados de madera y creando espacios atractivos. Lo hacen con una oferta de restauración de alta calidad y un servicio para satisfacer a una clientela de corte ‘gourmet’.

Pero aún quedan proyectos por desarrollar. Pronto verá la luz el ‘Santa Madonna’, promovido por los socios del Premium Black, que anuncia especialidad en aperitivos, coctelería, música y 'copas ‘amables’.