Los ‘otros afganos’ buscan refugio en Almería a través de la ruta argelina

La toma del poder en Afganistán por parte de los talibanes ha aflorado la penúltima crisis humanitaria en Oriente Medio. Las evacuaciones aceleradas desde Kabul promueven el debate sobre la acogida de refugiados y el reparto de los grupos entre los países occidentales.

Ahora bien, la afluencia a la provincia de Almería de potenciales beneficiarios de protección internacional es constante durante los últimos tres años a través de la nueva ruta migratoria del Mar de Alborán. El tránsito de pateras entre Almería y Argelia se ha convertido en una opción para expatriados procedentes del Oriente Medio y el norte de África, como revelan informes internacionales.

Según datos de la Operación Indalo a los que ha tenido acceso LA VOZ DE ALMERÍA, este año se han detectado migrantes procedentes de Siria, Bangladesh, Palestina, Egipto, Yemen y Túnez. Estos grupos se unen a los habituales argelinos, marroquíes y subsaharianos detectados en este eje migratorio. Este año han llegado a la provincia de Almería más de 3.300 migrantes (hasta mediados de agosto) en 303 pateras. Dos tercios son argelinos y el resto se reparte entre marroquíes (fundamentalmente en motos acuáticas), subsaharianos y estos otros expatriados de Oriente Medio.

La Agencia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) presentó el pasado viernes su informe anual 2020, donde ya advertía que los “nacionales de Túnez, Argelia, Afganistán, Pakistán, Siria y Turquía representaron el mayor número de inmigrantes que llegan a la UE”.

Además, Frontex apunta a una reducción global de los cruces irregulares como consecuencia de la irrupción del coronavirus. “La pandemia Covid-19 afectó la migración y movilidad humana en Europa. Tanto los Estados miembros de la UE como los terceros países, incluido el tránsito y la salida clave países,  movimientos restringidos para minimizar la propagación del virus, a través de la implementación de cierres nacionales, prohibiciones de viaje y medidas preventivas excepcionales medidas de salud”.

Almería y Canarias se erigen como una excepción a este análisis porque en ambos casos la actividad de las rutas migratorias siguió al alza a espaldas de la pandemia.