La noche del 24 de abril una lancha de fibra de seis metros de eslora partió de la playa de Ain Turk, una localidad turística a las afueras de Orán. La patera cruzó el Mar de Alborán con un motor de 100 caballos de potencia y un joven argelino de 17 años de edad a los mandos del timón, ubicado en una de una pequeña cabina en el centro del bote.
La lancha cubrió unas 170 millas náuticas en la oscuridad de la noche hasta topar con una patrullera frente a las costas de Cabo de Gata. Esa madrugada los 12 migrantes acabaron en los módulos de custodia del Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE).
La embarcación reproduce las constantes vitales de la ruta migratoria entre Argelia y Almería, pero añade además un fenómeno menos corriente. A bordo viajaban un presunto paterista argelino y 11 migrantes de origen sirio.
Según datos de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y la Policía Nacional recopilados por LA VOZ DE ALMERÍA, en el último año y medio han llegado a España por este vía unos 300 refugiados sirios.
En las tres últimas semanas la cifra supera el medio centenar, con pateras confirmadas los días 21 y 24 de abril y el pasado fin de semana (7 y 8 de mayo). En las dos primeras citadas, la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional arrestó a los dos únicos argelinos a bordo acusados de un presunto delito contra los ciudadanos extranjeros.
Además, en ambos casos los jueces de instrucción ordenaron el ingreso en prisión provisional y en un centro de reforma juvenil, respectivamente, tras considerar que existen indicios sólidos para conectarlos con las estructuras de las mafias de tráfico de personas en Argelia.
Diplomacia
Dicho de otro modo, se trata de presuntos miembros de las organizaciones criminales, cuyo papel es el transporte de migrantes en pateras en viajes relámpago desde el entorno de Orán hasta las playas de la provincia de Almería.
Ciertamente los refugiados sirios han tenido una presencia importante en las últimas interceptadas, aunque los datos apuntan a un goteo en el último año y medio.
De hecho, en las embarcaciones procedentes de Argelia han viajado desde 2020 ciudadanos afganos, bengalíes, yemeníes y palestinos, pero nunca en un número significativo y a menudo mezclados en los mismos desplazamientos.
Los datos no reflejan un cambio en las políticas de Argelia para la contención de la migración, a pesar de la crisis diplomática abierta con ese país tras el reconocimiento por parte de España del plan de autonomía para el Sáhara impulsado por Marruecos. El giro del Gobierno en esta materia irritó a los vecinos argelinos, pero hasta ahora no hay elementos para conectar el conflicto diplomático con un aumento de pateras por estos medios.
Por el contrario, sí existen indicios sólidos para confirmar la influencia decisiva de las condiciones climáticas. Los temporales de viento y lluvia de los meses de marzo y abril secaron la ruta migratoria de manera radical, de una manera desconocida desde 2018.
Preguntado en una entrevista en LA VOZ DE ALMERÍA (25 de abril) por la ausencia de pateras en este periodo, el coronel Jorge Montero, nuevo jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, dio una respuesta tajante sobre esta situación: "La climatología, simplemente".
Punto caliente
En cualquier caso, la provincia sigue siendo el principal punto de entrada de migrantes irregulares por vía marítima en la Península (las Islas Canarias lideran las llegadas en el cómputo nacional) y se prepara para una campaña de verano especialmente exigente para los servicios de seguridad, de atención humanitaria y extranjería.
El año pasado arribaron a las costas almerienses más de 6.500 migrantes irregulares repartidos en 527 pateras, según estadísticas difundidas por la Comisaría Provincial de la Policía Nacional. A bordo navegaban 250 menores de edad y, al menos, 38 pateristas identificados durante las investigaciones de la Unidad Contra las Redes Ilegales y Falsedades (UCRIF).
Marroquíes, argelinos, guineanos, senegaleses, costamarfileños, malienses y otras nacionalidades subsaharianas continúan copando los primeros puestos entre los orígenes más comunes de las personas embarcadas en las pateras en 2022.
Campaña #VidasSinRastro
Un centenar de organizaciones sociales ha lanzado una campaña #VidasSinRastro para reclamar a las Administraciones la creación de “una oficina que asegure atención integral a las familias, convenios con los países de origen o un protocolo para el banco de ADN”. Las 102 entidades firmantes denuncian “las numerosas trabas burocráticas y la falta de medidas efectivas que tienen que afrontar las familias de las miles de personas que cada año desaparecen o fallecen en la frontera sur”. La iniciativa pone el foco sobre los protocolos de identificación y contacto con las familias de las personas fallecidas en las rutas migratorias. Las asociaciones han presentado una queja ante el Defensor del Pueblo para solicitar su mediación en este ámbito.
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