La de este jueves era la primera sesión plenaria después de las elecciones autonómicas del pasado 19 de junio. Todos los concejales sabían que sería un pleno diferente a los que se han ido celebrando en los últimos meses. Lo fue desde la cara de Manuel Guzmán, que volará del Ayuntamiento de Almería y la Diputación Provincial hasta el Parlamento andaluz y que aprovechó para despedirse de aquellos funcionarios a los que conoció en 2003 cuando era el jefe de gabinete del entonces alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, hasta las palabras de la primera intervención de un Miguel Cazorla que felicitaba al PP, a Vox y hasta al PSOE por los resultados sabedor de que el perdedor de esa noche electoral fue su partido.
A pesar de ser consciente de la situación de debilidad en la que esos resultados dejan a Ciudadanos en el Ayuntamiento, y más cuando su voto ya no es necesario para aprobar temas fundamentales, el portavoz naranja que gusta de morir matando, tuvo leña para todos. Se enzarzó con Ana Martínez Labella, concejal de Urbanismo, en si se había estudiado o no un expediente, con Juan José Alonso, concejal de Economía, con que si le habían consultado o no el gravamen para el impuesto de plusvalías llegando Cazorla a decir que no contaría una “conversación privada” entre ambos y asegurando que los populares hacen “campañas de descrédito” hacia su persona. Cansado parece estar de los “gracejos” de algunos ediles con sus intervenciones y de que le digan que no trabaja, aunque también es cierto que harto parece el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, de los giros de guion que realiza en los plenos y que ha terminado con un “ni por favor, ni por favar” que seguro que en más de una ocasión ha usado el regidor con sus hijos cuando lo aburren (como hacemos todos).
Como no, buscó pelea donde más le gusta, el concejal no adscrito Joaquín Pérez de la Blanca. Le recordó el portavoz de Cs al equipo de Gobierno que gobiernan gracias a él y claro, éste saltó como un resorte: “gobiernan con el apoyo de Cs y Vox, revise usted el Pleno de constitución del Ayuntamiento”. Razón tenía, otra cosa es que desde que él abandonara Vox son más los puntos que han aprobado de su mano que de los naranjas o verdes.
Apoderado
Con Pérez de la Blanca también la tuvo el socialista Pedro Díaz que sacó a colación su presencia como apoderado del PP en las autonómicas. Dice el edil no adscrito que lleva meses explicando que “la opción de Juanma Moreno era la más válida” y preguntaba: “¿qué otra opción tenía, votarles a ustedes (al PSOE)? ¿Votar a Vox? No parece. ¿O votar a la izquierda fracturada?”. Total, que deja claro que votó al PP pero asegura que fue por el “programa político” y que nada tiene que ver con lo municipal. Pues ya se verá.
Los socialistas también tuvieron su momento electoral. Cierto es que ellos hablaron poco de los resultados, poco hay que añadir, si bien tras defender la postura del Gobierno en dos mociones del PP, una para el arreglo de un camino rural y otra para el aporte de playas, el concejal de Promoción de la Ciudad les dijo que “aprendan algo del domingo. Póngase del lado de los almerienses. Ya nadie les cree”.
Pues con los almerienses decía Adriana Valverde que estaba al convertir un punto sobre el padrón, el número de habitantes que tiene la ciudad que ha bajado en casi 1.500 personas, en un debate sobre el Estado de la Ciudad. Y es que queda un año para el siguiente y visto lo visto, urge empezar a preparar las municipales.
En resumen, esta sesión plenaria más allá de los temas aprobados, muchos y variados, ha dejado una escenificación de la situación en la que se encuentra cada partido político después del domingo. Saben los concejales que el 19-J fue el partido de ida y que tienen menos de un año para preparar el de vuelta. A ver qué tal se les da la preparación.
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