El cierre de la cafetería de Torrecárdenas no ha estado exento de polémica. Trabajadores y propietarios ofrecen versiones distintas de una clausura que deja poco lugar a dudas sobre el motivo: las deudas han hecho inviable que la cooperativa Andarax de Hostelería continúe con su actividad.
Respecto a las distintas versiones del cierre, uno de los socios de la cooperativa, César Martínez, publicaba en sus redes sociales que "(...) Nos vemos obligados a cerrar por la deuda que hemos acumulado durante la pandemia del Covid no recibiendo ayuda alguna ni de la Junta de Andalucía ni del Gobierno central. 26 familias al paro (...)".
Efectivamente, no son pocas las deudas acumuladas por la cooperativa: Hacienda, Seguridad Social, proveedores y trabajadores esperan aún dinero de una empresa que ya ha echado el cierre. De hecho, fuentes cercanas a la cooperativa aseguran que la deuda se aproxima al millón de euros.
No obstante, es el momento en el que empieza a endeudarse la empresa lo que difiere en las versiones. Así, trabajadores consultados por LA VOZ explican que "las deudas no empezaron con la pandemia: en 2019 ya nos dejaron a deber tres pagas, pero no lo denunciamos porque no queríamos hacerle daño a la empresa: nos dejaron sin pagar abril, junio y diciembre".
La llegada de la pandemia supuso un problema más, claro está. El bar no cerró a pesar del confinamiento, ya que debía cumplir con su contrato de servicio al personal sanitario de Torrecárdenas (servicio que le aseguraba unos ingresos de más de 15.000 euros mensuales). "Era normal que se notara", explican exempleados, respecto a la caída de los ingresos.
Sin embargo, lo que ven menos lógico los antiguos empleados de Andarax de Hostelería es la gestión que se hizo de la situación: "Lo lógico es que se vayan a un ERTE los empleados y los socios se queden intentando levantar el negocio, pero no: el presidente metió en un ERTE a la mitad de los socios y a unos pocos empleados; los demás se quedaron trabajando y sin cobrar", detallan.
Tal y como detallan los empleados (que ahora cobrarán tan solo un porcentaje de su indemnización a través del Fondo de Garantía Salarial), la cooperativa pasaba períodos de tres meses sin pagar las nóminas. "Al tercer mes, nos pagaban una; eso fue durante mucho tiempo así", detallan.
Con tan solo una persona trabajando en la cocina y habiendo dejado a deber las pagas extraordinarias de varios años, vacaciones sin disfrutar y algunas nóminas de este 2022, Andarax de Hostelería debería una media de entre 6.000 y 7.000 euros a parte de los más de 30 empleados que trabajaron sirviendo en la cafetería de Torrecárdenas.
Mientras tanto, la cola de proveedores a los que también se les debe dinero es larga: desde Coca-Cola hasta la empresa que servía el queso, la carne o las patatas congeladas.
Ahora, las deudas con los empleados están en manos de abogados, mientras los propios trabajadores explican que "era imposible seguir manteniéndolo" y, respecto al cierre, "estábamos deseando", ya que la situación se había convertido en algo insostenible (a pesar de las facilidades dadas por el propio Hospital Universitario Torrecárdenas respecto al pago del canon).
¿Y ahora?
Ahora, empleados de Torrecárdenas y, sobre todo, familiares de pacientes se enfrentan a un reto a la hora de comer. Ante la ausencia de establecimientos cerca del hospital, corre cierta prisa que otra empresa se haga cargo de una cafetería cuyo servicio es básico.
De esta forma, el Hospital Universitario Torrecárdenas podría iniciar un procedimiento de urgencia antes de culminar el proceso para una nueva concesión, algo que podría llevar hasta 6 meses antes de que una empresa se haga cargo de forma definitiva del bar de Torrecárdenas.
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