Ramón Fernández-Pacheco deja la Alcaldía de Almería para asumir nuevos retos al frente de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul. Aún tiene sentimientos encontrados sobre su marcha y el vértigo del cambio sigue ahí, pero está convencido de que deja la ciudad en buenas manos.
Está usted de despedida. ¿Es difícil cerrar una etapa de golpe?
Esta ha sido una semana que recordaré toda mi vida. La recordaré sobre todo por la confianza que ha depositado en mí el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, pero a nivel personal también por el cúmulo de emociones enfrentadas que he vivido.
Cuando me llamó el presidente al principio sentí mucha emoción, una cierta dosis de vértigo y de gratitud. Cuando pocos minutos después tuve que firmar la renuncia a la Alcaldía y ahí sentí nostalgia. El Ayuntamiento lo ha sido todo para mi durante muchos años, antes de ser alcalde y siéndolo mucho más. Después el viaje a Sevilla el lunes por la tarde, la toma de posesión, mi primer Consejo de Gobierno, la entrega de carteras, el ir conociendo la Consejería, el conocer los diferentes departamentos, saludar a todos los funcionarios uno a uno, las agencias que tenemos, toda la conformación del equipo...
También el jueves cuando se realizó el pleno de mi renuncia en el que no pude estar y en el que me habría gustado, desde luego. Toda esa semana culmina esta mañana (por ayer por la mañana) primero en una reunión con los concejales y luego en una rueda de prensa en la que he intentado explicar lo que siento, el por qué y la motivación de aceptar el cargo, y el agradecimiento eterno que siempre tendré a Almería y a los almerienses por todo lo que me han dado.
¿Le queda mal sabor de boca por no terminar la Corporación?
Afortunadamente hay proyecto de ciudad, hoja de ruta trazada. Lo triste es irte diciendo que lo has hecho todo, Almería, por su dinamismo y energía, tiene muchos retos por delante. He intentado culminar lo que he podido, sentar las bases para que otros proyectos se culminen en los próximos meses y marcado el camino a más largo plazo.
Reconozco que probablemente también cometí errores y pido perdón por ello y ojalá tenga oportunidad resarcirlos, pero lo cierto es que cierro una etapa de siete años que considero positivos. Un mandato en el que hemos vivido momentos muy duros, pero también ha tenido momentos de alegrías, euforias, de posicionar Almería en el mundo. El tiempo y la historia me juzgará como alcalde. Ahora el Ayuntamiento y la ciudad está en manos de un grupo de personas maravilloso.
Cuando llegó a la Alcaldía dejó claro que no iba a aceptar tutorías. Ahora es usted quien pasa al puesto más complejo, el ser ex.
Voy a hacer con María lo mismo que hizo conmigo Luis. Aparte de ser un gran alcalde, a mí no se me ocurre una persona que haya ejercido mejor papel de ex. El primer día me dijo que jamás me iba a llamar para decirme lo que tenía que hacer, que si alguna vez quería su opinión, tendría que llamarle. Y lo ha cumplido a rajatabla. Lo he llamado muchas veces, a veces he seguido lo que me ha dicho y otras no. Es lo que voy a hacer con María. Hay que saber llegar e irse.
Siempre ha dicho que quería ser recordado como su abuelo, como una buena persona. ¿Cree que lo ha conseguido?
A lo largo de estos días he recibido muchas muestras de cariño. Gente que me dice que le da pena, mucha gente hasta me ha echado la bronca porque me voy pero lo hacen porque me aprecian y valoran el trabajo que he hecho. Es cierto que todas las llamadas han ido en esa línea, muchas muestras de cariño.
Pero que quede claro que voy a seguir viviendo en Almería, tendré que pasar parte de la semana en Sevilla y en el resto de Andalucía pero vendré todo lo que pueda porque mi casa es la de Almería.
Me voy tranquilo por el trabajo hecho y por quien se queda al frente del Ayuntamiento de la ciudad.
Usted estuvo en el mismo sitio que María del Mar Vázquez, supongo que alguna conversación han mantenido de cara a preparar la transición.
Los almerienses tienen que tener claro que al frente del Ayuntamiento hay un grupo de mujeres y hombres maravilloso.
Esta semana han vuelto a demostrar el equipo que son. Se ha hecho el traspaso sin ni una polémica, ni un enfrentamiento, sin tensión... Ante todo somos un grupo de personas que nos apreciamos los unos a los otros, que conjugan experiencia, gente que llevamos juntos desde la organización juvenil del partido hasta profesionales independientes. Son un grupo de personas excepcional y esa es la principal arma que tiene María para los retos de futuro.
María es una mujer que lleva muchos años en el Ayuntamiento, que tiene experiencia de gestión al frente de concejalías tan diversas como Turismo, Hacienda, Movilidad, o que ha sido diputada provincial. Ha sido portavoz durante muchos años y conoce todos los temas, ha trabajado mano conmigo y hemos tenido muchas conversaciones en las últimas semanas, y las que nos quedan.
¿Qué ha sido lo mejor y lo peor?
No me gustaría centrarme demasiado en un balance de gestión.
Lo mejor que me llevo es la posibilidad de haber conocido a fondo la ciudad de Almería. Es verdad que yo soy más almeriense que el cañillo de la Puerta Purchena pero este puesto te permite conocer todas las aristas de una ciudad que es de contrastes porque está La Fabriquilla y la Almadraba, Castell de Rey, pero también la Rambla o el paseo marítimo, son muchos territorios muy diferentes.
He tenido la oportunidad de conocer a los almerienses, a los agricultores, pescadores, a los empresarios, tanto a los grandes como a los pequeños autónomos, a la inmensa red de solidaridad que funciona en la capital, a los artistas, la Almería divertida pero que sabe ser responsable.
Lo peor han sido esos episodios tan duros que hemos tenido que pasar. En este tiempo hemos vivido el asesinato de Gabriel Cruz, el fallecimiento en el paso soterrado durante la DANA, o las dos muertes tras la caída de una palmera en la Avenida Cabo de Gata. Todos los que me conocen saben que lo he sentido como propio y es que el estar al frente de una ciudad tan grande te hace pasar por momentos durísimos. Pero también los ha habido muy alegres y el balance es positivo, muy positivo.
¿Qué proyecto le habría gustado ver terminado antes de marcharse?
Hay muchos. Me va a costar desconectar de todo eso porque son proyectos que han formado parte de mi vida a un nivel muy intenso durante muchos años.
Me habría encantado poner la primera piedra del puerto-ciudad, bien sabe que ha sido una obsesión mía desde el primer día, y ahí dejo el tema desbloqueado, los suelos ya están cedidos al Ayuntamiento. Me habría gustado también ver culminada la transformación que tenemos en marcha en el entorno de la Alcazaba, el Ayuntamiento y el Cerro de San Cristóbal, un cambio que para quien no haya venido en los últimos tres años, cuando lo haga no lo va a reconocer.
Pero si tengo que elegir uno, a mí me hubiera encantado venir en AVE a Almería. Me habría encantado hacer ese paseo en AVE desde donde fuera con destino a Almería.
De aquí a que ocurra puede que le pille en Madrid... (risas)
(Ríe) De momento llevo seis días de consejero, en una Consejería que me encanta porque tiene un potencial espectacular, y así lo entiende el presidente. Necesitaba cerrar la etapa del Ayuntamiento bien, rodeado de los míos, despedirme de la ciudad y cuando he pasado la puerta de la Diputación, ya he hecho solo pensando en que soy consejero del Gobierno andaluz.
Decía en su despedida en lo importante que es la Consejería de Medio Ambiente para Almería. Eso le pone el listón más alto para su gestión.
No va a ser fácil por la gran importancia que los ciudadanos le otorgan a la conservación del medio ambiente. El Gobierno andaluz tiene que ser un fiel reflejo de la sensibilidad de la sociedad, tiene que potenciarlo y saber aprovecharlo de manera sostenible. Es una tarea maravillosa aunque compleja, pero tampoco es que gestionar una ciudad en pandemia lo haya sido.
Llego con mucha ilusión, con ganas de trabajar y con tesón. Además, me voy a rodear de un equipo muy profesional y que me va a ayudar mucho. Quiero aplicar la misma fórmula que en el Ayuntamiento, estar al lado de la gente. Para la gran mayoría de los almerienses soy Ramón, aunque no me hayan hablado en la vida, y eso es lo que quiero también ahora, tener un diálogo abierto con los agentes.
¿Qué pensó cuando el presidente de la Junta le ofreció Medio Ambiente?
Conozco a Juanma muy bien, desde hace tiempo, y cuando me ofreció esa responsabilidad ya no necesité más explicación. Sé lo importante que es para él, es un firme convencido de la importancia del medio natural, es un impulsor de la economía azul y por eso lo ha incluido en la Consejería, sé lo que espera de ella.
Bueno, lo de la economía azul se lo sabe usted bien del Plan Estratégico aunque a muchos ni les suena.
Lo he tenido que explicar mucho estos días. No sé si el presidente conocía al detalle el Plan Estratégico de Almería pero es uno de sus ocho vectores, que llevaba Trinidad Cabeo, y busca aprovechar las bondades del mar para dar riqueza y empleo. Esto se hace desde tiempo inmemorial pero hay que saber reinterpretarlo desde la sostenibilidad.
Ahora estará tomando el pulso a su nuevo cometido.
Si el martes estuve con Carmen Crespo para el traspaso de cartera y ya puede hablar un poco con ella, ahora la verdad es que me acuesto tarde leyendo y me levanto leyendo. Me pondré rápido al día.
Le ayuda el quedarse con un conocedor del área como su nuevo viceconsejero, Sergio Arjona.
Es un honor que haya aceptado la propuesta. Es malagueño y residente en Almería. Lo conozco mucho porque las políticas de agua han sido fundamentales para nosotros y él ha liderado los equipos técnicos. Ahora toca armar un equipo, potente, profesional, entendido, sensible. Y de ahí, pasar ya a la administración periférica.
¿Se llevará a gente de Almería?
Me llevo a gente de Almería pero no a concejales (ríe). Serán más técnicos que políticos y llegarán de toda la provincia. Pero en el equipo hay gente de muchas provincias, evidentemente.
¿Será María Vázquez la candidata en 2023?
Va a ser la mejor alcaldesa de Almería y por muchos años, y para eso se tiene que presentar. El partido está con María, el equipo también y seguro que la sociedad va a estar con María en mayo del año que viene. La primera alcaldesa de Almería tenía que llamarse María del Mar.
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